Perú inició ayer otra semana de incertidumbre y presiones sobre el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que debe dirimir las impugnaciones de votos y proclamar al ganador del balotaje del 6 de junio entre la derechista Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo.
Ocho días después de los comicios, el JNE está bajo críticas desde el bando fujimorista, mientras su presidente, Jorge Luis Salas, advierte que resolver las impugnaciones de mesas de sufragio completas toma “algún tiempo mínimo”, sin dar una fecha para divulgar el veredicto.
Fujimori, quien deberá ir a juicio por supuesto lavado de dinero si no gana la presidencia, denunció “fraude” y alcanzó a pedir dentro del plazo legal al JNE que anule los votos de 151 mesas de sufragio de las 802 que pretendía, aunque para los observadores de la OEA la votación fue limpia y “sin graves irregularidades”.
Además, la abogada del partido fujimorista Fuerza Popular, Milagros Takayama, pidió este lunes hacer una “auditoría” al proceso de digitalización de las actas de las mesas de sufragio, en un nuevo cuestionamiento al órgano electoral (ONPE), mientras Castillo, que solo impugnó 14 mesas ante el JNE, pide “serenidad” a sus partidarios, al sentirse vencedor.
La ONPE organiza los comicios y cuenta los votos, mientras que el JNE resuelve las impugnaciones y proclama al ganador.
BACHELET TEME “FRACTURA SOCIAL”
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación este lunes por la tensión en Perú tras las elecciones.
“Me preocupa ver cómo lo que debería ser una celebración de la democracia se está convirtiendo en un foco de división, que está creando una fractura cada vez mayor en la sociedad peruana”, afirmó Bachelet en un comunicado.
La chilena además sostuvo que “las instituciones electorales y las decisiones que estas tomen deben respetarse y asumirse. Si no se aceptan las reglas de la democracia antes, durante y después de las elecciones, la cohesión social puede resquebrajarse peligrosamente”.
“Hago un llamamiento a la reflexión, a la calma y al respeto por los valores democráticos y de no discriminación, así como a la defensa de los derechos humanos, todos esenciales para la convivencia en una sociedad tan rica y plural como la peruana”, concluyó. (Infobae)