Es el primer clásico de 2023, que viene cargado de un antecedente que pareciera difícil de igualar porque en año pasado, en octubre, se vivió un atípico empate 4 a 4 , que no solo marcó una heroica remontada de Bolívar que iba perdiendo 3 a 0, luego igualó y después se puso en ventaja. Si no que también demostró que The Strongest aún tiene la “garra” vigente porque a la expiración del tiempo reglamentario, dejó las acciones emparejadas y a más de un hincha “infartado”.
Este contexto sirve para augurar que el lance de esta noche no será diferente. Se espera lucha, ímpetu, esfuerzo, pero por sobre todo, goles.
Quien anote gana. Es así de simple. Y conscientes de esta realidad, ambas entidades simbólicas del paceñismo, se prepararon para hacer lo suyo.
Por un lado, The Strongest, viene de golear a domicilio a Independiente Petrolero y Bolívar, con impecable arranque del torneo «Todos contra Todos», ganó en Montero y también lo hizo en casa, frente a Royal Pari.
Este es el panorama palpable, real; empero, como en todos los hechos de la vida, existen entrelíneas que pueden ser discutidas por la hinchada y por la crítica deportiva.
Por lo visto en las primeras dos fechas, el Tigre mostró solidez en todas sus líneas, que por cierto, han sido renovadas casi en totalidad con relación al pasado año. Mostró cartas efectivas, como es el caso de Junior Arias, que haciendo dupla con Triverio, podrían darle más de un sobresalto a Lampe. Sin embargo, el “talón de Aquiles” podría estar en la defensa, ante todo, porque Bolívar presenta un esquema creativo y de velocidad casi rutinaria.
Los celestes no contarán con el “Pato” Rodríguez y aunque ahí están Justiniano o los Fernández, la puesta en marcha del esquema táctico, no siempre surte los resultados que espera el técnico.
Ghilka Sanabria