El fútbol ecuatoriano esta pasando por un presente futbolístico envidiable tanto a nivel de selecciones como a nivel de clubes. La Universidad Católica de Ecuador puso en evidencia, una vez más, las falencias que se le ha estado reclamando al Club Bolivar y después del partido de ida, dejó la serie inclinada a favor luego de un valioso empate en el Hernando Siles. La Universidad Católica define la llave de local ante su público y con un resultado que le da una ligera ventaja.
Pareciera que el descanso que el DT Zago les dio a algunos titulares el fin de semana no tuvo el resultado deseado, fue como si se hubiese cortado la progresión en el nivel de juego en ataque, no apararecieron las sociedades, hubo algunos lujos por demás, la ambición de gol muchas veces jugó en contra porque se definió con remates precipitados y desviados, con jugadas que podían seguir progresando buscando una mejor posición de remate.
La línea de tres no termina de engranar para dar soluciones al problema defensivo en Bolívar, quedan muy expuestos y generalmente mano a mano. Cesar Martins fue clave jugándose al límite del penal para evitar el segundo tanto de los visitantes. El estado físico de algunos jugadores también es evidente, baja el ritmo en muchos pasajes, ya se lo advirtió frente al Deportivo Lara y no fue diferente frente a la Universidad Católica, porque se termina cediendo ante la fortaleza física de los rivales en los últimos minutos de cada tiempo.
Sagredo, Bejarano, Guitián, son jugadores con experiencia internacional y deben hacer valer su jerarquía en este tipo de partidos, se espera mucho más de ellos en partidos trascendentales. Todos los goles que recibió el Bolívar vinieron por desatenciones en éste sector, aún queda mucho trabajo por hacer en Bolívar, sobre todo mejorar defensivamente.
Granell no tuvo un mal partido, pero Bolivar necesita un referente que marque la diferencia y juegue al fútbol que tiene acostumbrado no solo en Bolivia sino a Sudamérica. Patricio Rodríguez exageró innecesariamente de la individualidad, pero aún así fue lo más claro que tuvo Bolívar. Aún se sigue esperando la consagración internacional de Leonel Justiniano, que alcance esa jerarquía que tanto se anhela para un jugador boliviano. Se sigue soñando con la explosión definitiva de un Roberto Carlos Fernández que es jugador de exportación pero necesita de una vez por todas dar el salto de calidad internacional. Cordano está recibiendo la confianza pero no la esta aprovechando de la mejor manera, tiene que dar el paso adelante para ser el arquero que dé la garantía que se requiere para ganar títulos y jugar internacionalmente. Le hicieron el gol de cabeza en el área chica, jugada de arquero y que supuso el empate cuando Bolívar recién había inaugurado el marcador. Bolívar cuenta con jugadores con un gran potencial y las consideraciones son constructivas porque se espera mucho más de su rendimiento.
Los equipos ecuatorianos estan jugando a un gran nivel y es lógico que nos expongan de esta manera, se ganó en Venezuela y no éramos los mejores del mundo, se expuso tanto las virtudes como las falencias, hoy se empató en La Paz y tampoco somos los peores del mundo, queda mucho margen por mejorar, no se ha perdido la eliminatoria, esto está empatado y la única diferencia es que ahora se juega de visitante para definir al ganador de la llave. ¿Difícil? Sí. ¿Imposible? no. Bolívar cuenta con un equipo como para dar la vuelta el resultado, es un equipo en proceso y con muchas caras nuevas, hay esperanza en el trabajo que pueda hacer el DT Zago, Savio no estuvo inspirado pero siempre da la sensación de que en cuanto tenga una la mandará al fondo el arco, y mientras Da Costa se lleve tan bien con el gol no se puede dar por muerto al Club Bolívar.
MASSUR CUÉVAS