El nuevo fiasco en la Liga de Campeones, donde el París SG quedó apeado de nuevo en octavos (3-2 en el global de la eliminatoria contra el Real Madrid), ha colocado a ‘Ney’ en el disparadero de los hinchas del PSG, que vieron en al llegada del brasileño en 2017 la pieza que faltaba para conquistar al fin el trofeo continental.
Tras lo sucedido en Madrid, Neymar buscó el consuelo de la familia. En sus dos publicaciones en Instagram posteriores a la eliminación europea del 9 de marzo, aparecía junto a su hijo y después al lado de su hermana, con una gran sonrisa.
Fuera del caparazón familiar, el ambiente no es tan de color rosa, sobre todo en el Parque de los Príncipes, donde el pasado domingo fue abucheado contra el Burdeos pese a la victoria 3-0. El argentino Lionel Messi tampoco escapó a la protesta de las gradas.
El jugador brasileño no reaccionó públicamente a esta hostilidad de los ultras, que no celebraron el tanto de ‘Ney’ contra el Burdeos. Tampoco el futbolista saludó a los aficionados al finalizar el encuentro, tal como sí hicieron varios de sus compañeros. “Todos somos responsables, no hay unos más que otros. Somos un equipo, estamos juntos en las buenas y en las malas”, explicó el defensa Presnel Kimpembe.