Nadal, número cuatro del mundo, tuvo que ir al tie-break del tercer set para imponerse en 3 horas y 9 minutos a Goffin en un partido que parecía tener controlado.
“Ha sido un final de partido increíble, al que nunca hubiéramos tenido que llegar”, dijo Nadal.
El manacorí continúa con su gran regreso a la competición tras su forzado parón por una fisura en las costillas, que le hizo ausentarse de Montecarlo y Barcelona.
Djokovic progresó sin tener que jugar su encuentro de octavos contra el británico Andy Murray, que no pudo comparecer.
“Por desgracia, Andy Murray, enfermo, no está en condiciones” de jugar, escribieron los organizadores del Masters 1000 madrileño en la mañana de ayer.