Los habitantes de la península celebraron la fecha con distintas actividades bajo el lema “La primavera de Crimea – siete años en casa” con las medidas de precaución por la pandemia de coronavirus.
Tras los referendos de Crimea y Sebastopol del 16 de marzo de 2014 donde se impuso por mayoría la opción de unirse a Rusia, el Parlamento de la República de Crimea votó con 85 votos a favor, la anexión a Rusia y declaró el “Estado soberano independiente República de Crimea”. El gobierno de la República de Crimea instó a todos los países del mundo a que reconocieran el Estado constituido por el pueblo crimeo.
De acuerdo con el censo de 2001, los rusos étnicos representan el 59 % de los 2 millones de residentes de Crimea. Los ucranianos son el 24 %, mientras que los tártaros son el 12 %. (Wikipedia)
El proceso de anexión no es reconocido por Ucrania, que lo considera como ilegal, y asegura que el territorio sigue conformando la República Autónoma de Crimea y la ciudad especial de Sebastopol. Esta anexión por parte de Rusia, considerada ilegal por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, causó la peor crisis en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría.
Siete años después que la península de Crimea volviera al control de Moscú, los agentes estatales occidentales están realizando una campaña para influir en la forma en que los rusos ven el evento, utilizando grupos de oposición ilegales como representantes, advierten los funcionarios de seguridad.
En una reunión del Senado que marca el aniversario de la reabsorción de Crimea, Andrey Kartapolov, viceministro de Defensa de Rusia, afirmó a sus colegas que “hay más intentos por parte de los servicios especiales de varios países occidentales, así como de Ucrania, para intensificar las actividades de la oposición interna no parlamentaria de Rusia”.
Según el funcionario, “estos activistas están tratando de involucrar a menores de edad en acciones de protestas ilegales”, el objetivo es influir en la forma de pensar de los jóvenes respecto al tema.
Kartapolov advirtió que, si bien hubo una reacción nacional abrumadoramente positiva ante la reincorporación de Crimea al país en 2014, las actitudes públicas están empezando a cambiar.
Recientemente, una declaración conjunta de los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7 condenó “las acciones continuas de Rusia para socavar la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania”. El día, dijeron, marcó la “anexión ilegítima e ilegal” de Crimea.
Al parecer en un concierto colosal para celebrar el aniversario, el presidente Vladimir Putin declaró que la reabsorción era “la restauración de la justicia histórica”.
Según él, “cada centímetro de esa tierra está empapado en la sangre de los soldados rusos y soviéticos, esta tierra es sagrada para Rusia”. (Agencias)