Las autoridades calculan que unas 6,000 personas provenientes de Honduras han ingresado hasta ahora a Guatemala, de acuerdo con la portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración, Alejandra Mena.
Otro grupo de entre 1,500 y 2,000 migrantes se abrió paso a través de la frontera guatemalteca cerca del mediodía, según un testigo de Reuters, luego de enfrentamientos con soldados de ese país y agentes de inmigración. Se espera que en total crucen unas 3,000 personas por el puesto fronterizo El Florido.
Familias enteras, que durmieron en torno a las desoladas carreteras que conectan Honduras con Guatemala, comenzaron a avanzar desde muy temprano, a pesar de las detenciones ocurridas en la víspera y de los cientos de militares que permanecen desplegados a lo largo de la frontera.
Guatemala, Honduras y México desplegaron efectivos de seguridad para bloquear el paso de los migrantes, pero la caravana ha venido creciendo en las últimas horas, y sus miembros aseguran que se unieron debido a la crisis por la pandemia y los huracanes que golpearon la región en 2020.
"No tenemos nada para darle de comer a nuestros hijos. Y somos miles de personas que quedamos completamente en la calle", afirmó María Paz, madre de cuatro hijos que aseguró haber perdido su hogar tras las recientes tormentas Eta e Iota.
"Por eso uno a veces toma estas decisiones, sabiendo que en este camino uno puede perder hasta la vida y dejando a nuestros hijos solos", agregó.
La primera caravana de migrantes del año se produce menos de una semana antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, asuma el cargo. (Reuters)