El supersónico delantero del París SG, originario de Bondy, en la periferia de la capital francesa, está programado para batir todos los récords. Desprende todo su brillo en un momento en que Leo Messi busca un último instante de gloria o en que Cristiano Ronaldo, su ídolo de infancia, se halla en pleno declive.
Con 250 goles marcados en sus 362 primeros partidos, el jugador formado en Mónaco supera en precocidad a las dos leyendas del siglo XXI. Presumiblemente no tardará mucho en convertirse en el máximo goleador de la historia del PSG, delante del uruguayo Edinson Cavani (200 goles, por los 190 de «Kyky»).