Dejaron todo, primó la lucha pero se olvidaron de lo más importante: los goles.
Defensas férreas y dos equipos limitados de mitad de cancha para adelante. Había mucha expectativa para ver que iba a mostrar Croacia, el último subcampeón del mundo liderados por uno de los mejores jugadores del mundo, Luka Modric.
También, una de las selecciones africanas más fuerte con varios estelares en su once inicial.
No tomaron riesgos, trabajaron bien en defensa pero se olvidaron de los goles.
Arrancó entretenido el partido pero abusaron de la posesión y las defensas hicieron un gran trabajo.
El miedo a perder les dio confianza y no dejaron que el rival sacara ventaja. Desde ese momento, el encuentro se fue apagando y se pensó que para el complemento iban a cambiar el chip.
No fue así, el segundo tiempo fue una fotocopia del primero. Buen trabajo de posesión, buen pie en los jugadores pero jugaron muy lejos de los arcos.
Los dos porteros, en especial Bono, aparecieron cuando fueron probados en apenas unas llegadas sin riesgo.
Ambos dejaron un pálida imagen y dividen honores. La pandilla de Modric quedó en duda, con toda la experiencia a bordo no arriesgó y no fue por el partido.
Jugó de lado a lado y le faltó verticalidad. Aplaudir de Marruecos la paciencia y el trabajo defensivo.
SÍNTESIS
Marruecos formó con: Bono; Achraf Hakimi, Romain Saïss, Nayef Aguerd, Noussair Mazraoui; Nordin Amrabat, Selim Amallah, Azzedine Ounahi; Sofiane Boufal, Hakim Ziyech y Youssef En-Nesyri.
Croacia: Dominik Livakovic; Josip Juranovic, Dejan Lovren, Josko Gvardiol, Borna Sosa; Marcelo Brozovic, Mateo Kovacic, Luka Modric; Nikola Vlasic, Ivan Perisic y Andrej Kramaric.
El Estadio Al Bayt Stadium, Al Khor sirvió de escenario para el cotejo que estuvo arbitrado por Fernando Rapallini de Argentina.
(MARCA y agencias)