“Eran dos personas del equipo de Boca Juniors, uno conocido (Juan Román Riquelme), quien me saluda muy cordialmente y me pregunta si podía entregar esos presentes a los árbitros. Respondí que no era posible, que está prohibido y menos antes de un partido. Por tanto, esa solicitud fue negada”. No obstante, Lugones recibió los presentes ante la presión, y las llevó al vestuario referil. “Abrí la puerta, dejé las bolsas detrás de ella, cerré y corrí hasta el túnel para darles alcance (a los árbitros)”, aclaró el ex juez nacional, quien recalcó que los árbitros no sabía de esta situación hasta el entretiempo.