Marceline (Haití).- Los dañados o intransitables caminos complicaron ayer los esfuerzos para entregar la ayuda a las zonas más remotas de Haití devastadas por un terremoto del pasado fin de semana, que causó la muerte de más de 2.000 personas.
En el principal camino de montaña del interior entre la ciudad de Los Cayos, al suroeste, y Jérémie, al noroeste, dos de las zonas urbanas más afectadas, los desprendimientos de tierra y las grietas en el asfalto dificultaron el envío de ayuda a las comunidades agrícolas que ahora luchan contra la inseguridad alimentaria y el acceso al agua potable.
Según un reportero de Reuters, la ruta estaba llena de rocas y de alguno que otro camión varado.
Haití, el país más pobre de América, aún se está recuperando del terremoto de 2010 que mató a más de 200.000 personas.
El mes pasado, el país se sumió en una mayor inestabilidad tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, a manos, según las autoridades, de un grupo de mercenarios principalmente colombianos.
Una fuerte tormenta que azotó Haití a principios de semana, provocando deslizamientos de tierra, también ha dificultado la búsqueda de víctimas del terremoto del pasado sábado, que destruyó decenas de miles de viviendas y se cobró la vida de al menos 2.189 personas.
También causó 12.200 heridos y se espera que el número de víctimas aumente a medida que continúen las labores de rescate, según las autoridades.
En la aldea de Marceline, a 25 kilómetros al norte de Los Cayos, una docena de residentes estaban desenterrando una vasta pila de escombros de lo que antes era un puñado de casas. El aire olía a cuerpos en descomposición y los residentes dijeron que al menos una mujer que vivía en uno de los edificios seguía desaparecida.
Muchos de los hospitales seguían saturados en las zonas más afectadas de Haití. En el aeropuerto de Los Cayos, los helicópteros trasladaban a los heridos a la capital, Puerto Príncipe.
El reciente secuestro de dos médicos en la capital, entre ellos uno de los pocos cirujanos ortopédicos formados en el país, ha dificultado aún más los esfuerzos de recuperación. Algunos hospitales decidieron cerrar temporalmente en señal de protesta, exigiendo que las bandas liberen a los médicos, informaron los medios locales.
«(El secuestro) paraliza la atención que el hospital estaba empezando a prestar a las víctimas del terremoto», dijo Radio RFM, citando el gran hospital Bernard Mevs, donde trabajaba el cirujano ortopédico. (Reuters)