La tarde del 15 de enero de 1978, en el recién remodelado estadio Olímpico de La Paz, ahora “Hernando Siles”, se jugaba el clásico paceño. Era el primero de la desaparecida Liga Profesional del Fútbol Boliviano. The Strongest llevaba cinco años sin ganarle a Bolívar.
Aquel día, ante 49.964 almas, corría el minuto ‘78 y la cuenta estaba emparejada 1 a 1, antes había marcado para los “celestes”, Ricardo Troncone a los ‘9 y Luis Fernando Bastida empató a los ’63, para los “atigrados”.
En una jugada por la derecha, cedieron la pelota al medio, entonces, Jorge Carlos Latini Tasselli con un espectacular “sombrero” rebasó a Pablo Baldivieso y siguió la marcha. Antes de que el balón llegue al gramado pegó de primera y superó a Arturo Galarza marcando el golazo del siglo XX, que a decir del propio autor, fue una jugada “de suerte” por eso la crítica lo llamó “el gol de la hidalguía”. The Strongest ganó el primer superclásico de la era liguera por 2 a 1 y desde entonces, Latini fue catalogado como un “Héroe de Oro”.
“El recuerdo más emocionante fue ese gol (…) fue una emoción muy grande que me permitió tener un reconocimiento de mucha gente, incluso del Bolívar donde aún tengo grandes amigos, hinchas que valoro muchísimo por el respeto que me han tenido”, recordó Jorge Carlos Latini, en diálogo exclusivo con Retro Fútbol de Deportes El Diario; después de 44 años y medio de aquella hazaña.
Aunque dejó nuestro país hace más de tres décadas, Latini aún lo tiene presente y confiesa que “siempre tuvo el deseo de retornar a nuestro suelo”; deseo que como por arte de magia, se le cumplió en el 2018.
“A mi vida no le deseo más nada, he pasado por todas las circunstancias como cualquier persona, y tenía un deseo, que era volver a Bolivia en algún momento, impensadamente se me cumplió ese deseo, en demasía quizá”, reflexiona; quien con voz pausada y palabras inteligentes, reconoce que nuestro país “le dio mucho en su vida deportiva”.
Latini actualmente radica en Chabás, provincia de Santa Fe (Argentina), localidad que dista a 80 kilómetros de su Rosario natal, donde con solo 15 años comenzó su carrera futbolística.
“Milité en unas ligas muy chicas, menores, cuando tenía 15 años, en dos equipos: Puerto Belgrano, que tenía el nombre del ferrocarril del pequeño pueblito donde me crié y otro que se llamaba Unión, en una localidad de Álvarez, luego pasé a Newell’s Old Boys, después a Colón de Santa Fe, jugué en un club de la ‘B’ de Rosario, pasé por el Nacional de Asunción (Paraguay), posteriormente fui a The Strongest (1975), volví a Asunción y regresé nuevamente a The Strongest. Tuve mi paso por el Caldas (Colombia) y una vez más volví a Bolivia donde estuve en The Strongest y terminé jugando en Blooming”, resume su carrera, como volante, experto goleador y “todo un señor en la cancha”, así lo perpetúan los propios hinchas “atigrados”.
“El recuerdo más grato que me ha dejado Bolivia, el más profundo que me ha tocado en lo más hondo, es cuando volví para un homenaje a los primeros campeones del fútbol profesional. El recuerdo más agradable fue el cariño de la gente que me estaba esperando, gente que no me conocía, muchachos jóvenes del club The Strongest que me demostraron un cariño muy grande- lo que me afectó muy profundamente- porque nunca pensé que tenían tanta generosidad para mi persona”, señala con notoria humildad y grandeza.
Jorge Carlos Latini nació en Rosario (Argentina), el 19 de septiembre de
SU FICHA
Nombre: Jorge Carlos Latini Tasselli
Lugar de nacimiento: Rosario (Argentina)
Fecha de nacimiento: 19 de septiembre de 1952 (69 años)
Radicatoria actual: Chabás (Santa Fe-Argentina)
Actividad actual: Comerciante
1952, “mi actividad actual es comerciante y mirador de algunas cosas”, comparte.
Para Latini, el fútbol de antes y el de ahora marcan algunas diferencias. “Puedo hablar de lo que hacíamos nosotros, en los equipos que estuve. De algunos técnicos que marcaban diferencia. Estando en The Strongest, la mayoría de los muchachos ya había jugado en otros equipos, tenían una formación, eran jugadores hechos y con buen estado físico, gracias a los preparadores que hemos tenido. Quizá faltaba un poco de velocidad, porque no se trabaja en forma tan personal, era muy relajada la preparación”, asevera.
Del fútbol actual asegura que es más rápido “Pero tengo que decir que el fútbol de hoy – no estoy hablando de específicamente del fútbol boliviano- sino a nivel de otros países, internacionalmente, está mucho más rápido; hay sectores de la cancha que son más sacrificados”, reflexiona y declara que “desgraciadamente hay algunas cosas que aún no se consigue en el fútbol boliviano”, “pienso que con el tiempo se conseguirá”, anhela.
Opina que nuestro en nuestro fútbol “siempre se ha quedado con muy poco trabajo en las inferiores”, “no es tan rígido, por ejemplo como se vive en la Argentina (puedo hablar con propiedad de lo que veo donde vivo), hay 12 mil habitantes (en Chabás) , y existen dos clubes grandes de fútbol, todas las divisiones compiten en una liga zonal que abarca 100 kilómetros a la redonda; son muchos equipos y estamos hablando de cuadros de una sola zona que tienen todas las divisiones inferiores que juegan cada sábado : octava, sexta, quinta … y está todo bien organizado”, cuenta.
“Para el futuro del fútbol boliviano, desearía que los clubes mantengan equipos base en unos dos o tres años, no cambien todos los años, seis o siete jugadores porque así no van a conseguir armar un conjunto compacto”, agrega.
Señala que por esa razón, siente gran respeto por Xabier Azkargorta quien consiguió una reunión de grandes valores y logró llevar a Bolivia a un Mundial.
“Para la hinchada stronguista solo tengo mi agradecimiento y desearle que siga alentando a su club como lo ha hecho siempre, no hay mejor forma que alentar a su equipo que asistir al estadio y ver de cerca el juego, hay tantas cosas con las que se puede hacer grande a un equipo…porque los clubes se deben a su hinchada y sus jugadores”, remarca.
Finalmente insta a los técnicos para que formen valores, “…y a los jóvenes, que deben estar constantemente dedicados al fútbol. Si no se dedican, si no se cuidan, no van a tener una vida en pro del fútbol, quizá lleguen, pero es muy difícil que se mantengan en un buen nivel. No se crean todo lo que dicen las redes, porque en ellas todos somos súper héroes y la vida real no es así. La vida real es la del entrenamiento y el sacrificio”, concluye el inolvidable Jorge Carlos Latini, el goleador que con el paso de los años, añoran mucho más los “atigrados”.
Ghilka Sanabria Pradel