Todos y cada uno de los pilotos que han completado el Dakar han de ser considerados como héroes. Pero uno por encima de todos ellos. Joan Lascorz, el primer tetrapléjico que afronta el reto del rally más duro del mundo, lo ha pasado con una nota tan alta como el sufrimiento que ha tenido que padecer para lograrlo. Porque no sólo ha completado todos y cada uno de los 8.200 kilómetros de la ruta del Dakar 2022, sino que lo ha hecho de forma más que competitiva. Ha terminado noveno en la categoría T4, una de las más igualadas de la carrera y donde el papel del piloto es especialmente importante a la hora de cuidar la frágil mecánica de los vehículos y de evitar las enganchadas en las dunas que pueden arruinar tu carrera. “No hemos roto ni una sola correa, no me he enganchado, ni pinchado una sola vez”, presumía Joan en una charla con MARCA justo antes de afrontar la penúltima etapa, la más dura del Dakar… que también superó. Aquel día venía de copiloto en el enlace… pero por estricta orden de su copiloto, el teniente coronel del Ejército del Aire Miguel Puertas: “Me ha obligado, porque yo quería hacerlos”, desvela. El motivo: el extremo desgaste físico de Lascorz, que le pasó factura en la segunda semana del Dakar. “En la primera fuimos con mucho cuidado, porque no habíamos rodado apenas nada [hicieron únicamente 500 kilómetros juntos antes de arrancar en Arabia]. Y antes de la etapa de descanso una infección de orina me ha mermado mucho, llego agotado a los campamentos. He llegado a tener 41 grados de fiebre y dolores de cabeza que hacían que cada bache fuese un suplicio. Llegaron a ser tan intensos que un día tuve que parar 25 minutos porque no podía más. De no haber perdido ese tiempo, quizá estaríamos un puesto por delante…”.
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