Lima.- El jurado electoral de Perú dijo ayer que trabajará con celeridad para resolver todos los pedidos de impugnaciones de votos de los comicios del 6 de junio, mientras el país espera acabar con más de una semana de incertidumbre y luego de que el recuento dio ganador al socialista Pedro Castillo.
Mientras tanto, el candidato de izquierda -que emergió sorpresivamente en las elecciones del país minero- continuaba reuniéndose con representantes de partidos políticos y organizaciones civiles, en un esfuerzo por tender puentes y lograr acercamientos para un eventual Gobierno.
Castillo, de 51 años, obtuvo el 50,125% de los votos de la segunda ronda electoral, con una diferencia de 44.058% sufragios sobre la derechista Keiko Fujimori, la hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori, que ha hecho denuncias de fraude con pocas pruebas y ha intentado que se anulen algunas boletas.
«El pleno del máximo organismo electoral continuará con la resolución de apelaciones durante este fin de semana con el propósito de cumplir el trabajo de manera célere», dijo el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Salas.
En un mensaje por Twitter, el responsable del máximo órgano electoral afirmó que se busca terminar rápidamente toda la carga procesal que se tiene pendiente y llegar «prontamente» a la proclamación de resultados de las elecciones presidenciales.
Expertos en asuntos electorales dijeron, sin embargo, que el trabajo podría demorar días o hasta semanas, teniendo en cuenta que el partido de Fujimori ha pedido anular al menos 800 actas de votación, alegando irregularidades y «fraude en mesa».
En las elecciones del 2011 y el 2016, cuando Fujimori también postuló y perdió, el anuncio oficial del ganador tomó hasta fines de junio, incluso con un menor volumen de votos impugnados.
La candidata conservadora, que enfrentará el lunes ante un juez un pedido de prisión preventiva por un caso de lavado de activos en su contra, anunció en una conferencia de prensa la incorporación de más abogados en busca de anular más de 900 actas de votación, que representan unos 250.000 votos, principalmente emitidos en áreas rurales empobrecidas.
Además, la mayoría de los pedidos de nulidad fueron presentados fuera del plazo establecido, según el jurado electoral, pero el partido de Fujimori alega que no es cierto y han apelado esa decisión.
«Hay claras denuncias de irregularidades, manipulación que ha sido planificado por miembros de Perú Libre (el partido de Castillo). Tenemos el derecho de saber la verdad», insistió Fujimori.
Sus abogados dijeron que enviarán las «pruebas» de las supuestas irregularidades a la OEA, la Unión Europea, la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) -que reúne a 37 expresidentes- y a la local Defensoría del Pueblo.
INCERTIDUMBRE
El partido de Castillo ha rechazado acusaciones de fraude y los observadores internacionales del proceso en Lima han manifestado que las elecciones fueron transparentes.
La ajustada elección ha dividido profundamente a los peruanos y casi todos los días se registran marchas en el centro de Lima, con partidarios de Castillo y Fujimori reclamando celeridad en el proceso y el respeto por la votación popular.
Castillo, rumbo a inclinar bruscamente a Perú hacia un Gobierno de izquierda, ha sacudido a la elite política y empresarial del país con su plan de reescribir la Constitución y de aumentar de forma drástica los impuestos a la minería.
«La incertidumbre en la agenda económica y financiera de Castillo prevalece, pero su equipo de programa se ha mostrado activo en transmitir un mensaje moderado», dijo J.P. Morgan.
«La idea de un Castillo actual electo negociando la gobernabilidad con los partidos centristas en el Congreso sería un buen augurio para la narrativa de la moderación, abriendo la puerta a un escenario de cambio de régimen ordenado», indicó.
El político socialista ha suavizado su discurso y durante la semana se ha reunido con excandidatos presidenciales que le han brindado su apoyo y algunos ya lo han declarado como vencedor. También se ha reunido con alcaldes de distritos ricos de Lima, un gesto que fue interpretado como una medida para limar diferencias con sectores con los que se enfrentó en la campaña.
Julio Ruiz, economista jefe para México y Perú del banco brasileño Itaú, dijo que es clave definir un resultado electoral lo antes posible para tener certidumbre sobre la políticas económicas que se van a implementar. «La incertidumbre en el ínterin probablemente estaría retrasando proyectos de inversión», manifestó.
La moneda peruana, el sol, bajó el jueves un 0,23% a casi el mínimo histórico de hace unos días; y el referencial bursátil perdía un 1,52% a niveles de noviembre.
El presidente interino, Francisco Sagasti, que espera entregar la posta a su sucesor el 28 de julio, pidió a los peruanos a mantener la calma y esperar el resultado final.
«Ahora que terminó la ONPE todo el proceso de escrutinio, le toca al Jurado Nacional de Elecciones con tranquilidad, con rigor, equidad y justicia hacer un examen de los pedidos que se han presentado», dijo Sagasti antes de viajar al norte del país para supervisar trabajos en la lucha contra el coronavirus.
Castillo, un profesor e hijo de campesinos, ha recibido ya el saludo adelantado de líderes y mandatarios de izquierda de América Latina, algo que enojó al Gobierno, que ha pedido a la comunidad internacional esperar los resultados oficiales. (Reuters)