José Mourinho llegó ante las cámaras de DAZN emocionado como en sus mejores noches. Haber conseguido el último acto de la Conference League no será uno de los retos más grandes de su carrera, pero la pasión de los romanisti, que llevaban 31 años esperando una final europea, le ha contagiado totalmente y él ha vivido este éxito como un tifoso más. En su entrevista después de la victoria con el Leicester, el entrenador portugués describió sus sensaciones, pero también le quiso mandar un mensaje al madridismo de cara a la final de París: “Ayer hablé con Ancelotti. El Madrid está en mi corazón, yo soy blanco, blanco, blanco, es el club más grande del mundo. Soy muy amigo de Carlo, sé que está contento por su Roma y por su compañero José. Vamos a ver si estos dos jóvenes entrenadores van a ganar sus finales…”-