El pasado 1 de febrero fue depuesto el Gobierno liderado por Aung San Suu Kyi.
Biden ya adelantó el miércoles este paso, con el que quiere castigar a los militares que "derrocaron al Gobierno civil elegido democráticamente" y "arrestaron injustamente a líderes del Gobierno, políticos, defensores de Derechos Humanos, periodistas y líderes religiosos".
El golpe, según Biden, ha echado por tierra la "transición democrática" emprendida en Birmania y "constituye una amenaza inusual y extrordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", según consta en la orden ejecutiva. (Europa Press)