Todo sucedió el último martes en el Imam Reza Stadium de la ciudad de Mashhad cuando la organización le impidió a dos mil mujeres ingresar al estadio a ver el partido contra Líbano, a pesar de tener la entrada original. La seguridad, por decisión de la organización decidió reprimir a estas dos mil mujeres, usando gas pimienta, balas de goma y reteniéndolas en el suelo.
Tras ello, la Federación Iraní trata de hacer todo lo posible para que FIFA no le de el peor castigo porque los avisos, del organismo que maneja el fútbol, fueron muchos. En 2019 la FIFA impuso ultimátum a Teherán sobre la presencia de público femenino en los estadios y le advirtió que Irán correría el riesgo de ser excluidas de las competiciones internacionales de no permitir a las mujeres el acceso para presenciar partidos de fútbol.
Lo más relevante es que en los medios locales de Irán se profundizó al crísis por esta posibilidad y hasta se habla de que la FIFA estaría evaluando ubicar a Italia en lugar de Irán basándose en la ubicación del ranking FIFA y otorgando una excepción a que haya 3 europeos en el grupo. (Bitbol)