Inglaterra, que podía clasificar con antelación con una victoria, mostró poca ambición y se vio superada en varias fases del partido por el joven combinado norteamericano sobre el césped del estadio Al Bayt de Al Khor.
Al equipo de Gareth Southgate, que lidera el Grupo B con cuatro puntos, le basta ahora con no ser goleada en la última jornada por su vecina Gales, última con una unidad.
Por su parte Estados Unidos, tercera con dos puntos, tendrá que batir a Irán, que tiene tres, para avanzar a los octavos.
Estados Unidos dejó mejores sensaciones que en el primer partido ante Gales (1-1) en una cita de gran trascendencia para el fútbol estadounidense, próximo coorganizador del Mundial en 2026.
Con la segunda plantilla más joven del Mundial, el técnico Gregg Berhalter buscó experiencia en cinco titulares que militan en la Premier League incluido su figura Christian Pulisic, que remató en la primera parte al larguero.
Southgate, de su lado, no se guardó nada en la reserva y desplegó el mismo once que goleó 6-2 a Irán. Ni siquiera dio descanso a Harry Kane, el más insustituible de todos, que se había retirado del choque anterior cojeando del pie derecho.
El ariete del Tottenham, Bota de Oro del pasado Mundial, comenzó el choque muy activo y a los 10 minutos dio un primer aviso al culminar un servicio de Saka con un remate que golpeó en un defensa.
Inglaterra tenía la iniciativa pero, con una parsimoniosa salida de balón, el dominio era estéril.
El talentoso Jude Bellingham, una de las nuevas sensaciones del fútbol europeo a sus 19 años, se contagió del ritmo y no lograba activar en las bandas a las flechas Saka y Sterling.
Estados Unidos acabó manteniendo su imbatibilidad ante Inglaterra en sus tres enfrentamientos en Mundiales.
AGENCIAS