El protagonista del día fue el presidente de la FIFA, quien tomó la palabra para salir al paso de las críticas vertidas contra Catar las últimas semanas por su presunta vulneración de derechos humanos.
«Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante», dijo el italo-suizo al principio de su discurso, que duró una hora exacta, en el que también denunció las lecciones de «doble moral» recibidas en las últimas semanas.
«Esto me recuerda mi historia personal porque soy hijo de trabajadores migrantes. Sé lo que quiere decir ser discriminado, ser acosado como extranjero. Como niño fui discriminado (en Suiza) porque era pelirrojo, porque tenía pecas, era italiano, hablaba mal el alemán», dijo, mostrándose muy serio.