Caracas.- El líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, dijo el miércoles que los recientes anuncios oficiales sobre las elecciones regionales y el levantamiento del veto a la coalición opositora son parte de una estrategia del gobierno de Nicolás Maduro, que busca «blanquearse» frente a la comunidad internacional, sin fecha para diálogo.
Guaidó, sin embargo, reiteró que está listo para dialogar con delegados del oficialismo, en contactos que llevan semanas con los buenos oficios de Noruega. Aún no hay fecha ni lugar exacto del inicio para esas eventuales negociaciones, agregó.
En los últimos días Maduro anunció que eliminará la figura del «protector» o un supragobernador en paralelo que designó en varios estados cuyos gobiernos están en manos de la oposición, en un movimiento que ha sido visto por críticos como una forma de dejarlos maniatados para ejercer plenamente sus funciones.
Luego la máxima autoridad electoral del país levantó el pasado martes un veto, impuesto hace tres años, a la tarjeta electoral de una coalición de partidos opositores, conocida como Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y con la cual ganó los comicios legislativos del 2015.
Aunque el contralor general, Elvis Amoroso, dijo este miércoles que mantiene la inhabilitación impuesta en febrero a Guaidó y otros 27 opositores para ejercer cargos públicos.
«Es natural el escepticismo que siente la alternativa democrática venezolana (la oposición) con respecto a la palabra del régimen» en el gobierno, dijo Guaidó en conferencia de prensa al ser consultado sobre los recientes anuncios.
Con lo dicho por Maduro y la decisión de la autoridad electoral el objetivo del gobierno «es blanquearse (…) es ganar tiempo, es distender la presión internacional», agregó. «Es el mismo patrón (…) el gobierno está tratando de hacer ver que hay un proceso de flexibilización».
El pasado 25 de junio, los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, de Canadá y de la Unión Europea dijeron que pueden revisar las sanciones sobre Venezuela.
Pero ese ajuste depende de «avances significativos» en una negociación con todos los sectores políticos, así como la realización de elecciones locales, parlamentarias y presidenciales «creíbles, inclusivas y transparentes», y la liberación «incondicional de todos los detenidos injustamente por motivos políticos», añadieron.
Maduro, a cuyo gobierno se le han impuesto sanciones como una forma de presionar su salida del poder, ha dicho que estaría dispuesto a negociar con la oposición, pero sobre una agenda que considere, entre otros puntos, el levantamiento de todas las medidas estadounidenses y europeas que pesan sobre funcionarios e instituciones como la petrolera estatal y el Banco Central.
Las elecciones regionales, previstas para el 21 de noviembre, se consideran clave para observar la imparcialidad de la directiva del organismo electoral, así como la fuerza de los seguidores del gobierno y de la oposición. (Reuters)