En 2019, Washington congeló 342 millones de dólares en poder del Banco Central de Venezuela en Estados Unidos como parte de un paquete de sanciones destinado a expulsar del poder al presidente Nicolás Maduro.
Mover los fondos generalmente requiere solicitar una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, o la OFAC, del Tesoro de Estados Unidos, un proceso que puede demorar. Washington reconoció a Guaidó como el dirigente legítimo de Venezuela por considerar que la reelección de Maduro en 2018 fue un fraude.
"Ya está la licencia en curso (...) para poder pagar al sistema" Covax, dijo Guaidó en conferencia de prensa.
Aunque el opositor agregó que no puede dar una fecha exacta para la aprobación de esa licencia, "esperemos que sea rápido".
"Nosotros no tenemos veto a ninguna vacuna. Si es Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Johnson& Johnson, la que sea (...) Lo que necesita Venezuela es salvar vidas a través de un proceso de vacunación", dijo.
Maduro dice que debido a las sanciones de Estados Unidos no ha podido hacer los pagos asociados de al menos 18 millones de dólares al Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 o Covax (por su sigla en inglés), y que busca garantizar que las naciones en desarrollo tengan acceso oportuno a las vacunas.
La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, dijo el mes pasado que Venezuela no autorizará la vacuna de AstraZeneca, que es la principal que suministra Covax, por "los efectos que tiene sobre pacientes" tras los informes de coagulación sanguínea en los receptores.
Las autoridades dicen que Venezuela ha recibido 500.000 vacunas del fabricante chino Sinopharm y 250.000 rusas Sputnik V, de las cuales han administrado 200.000 a personal de salud, mientras gremios médicos y academias de ciencias destacan la urgencia de traer vacunas ante el auge de los contagios. (Reuters)