Las delegaciones del Gobierno y los talibanes reunidas en Doha han llegado a un acuerdo tras dos días de negociaciones en el que se comprometen a evitar víctimas civiles, a proteger las infraestructuras del país y cooperar para la distribución de ayuda humanitaria. Sin embargo, no han pactado un alto al fuego como se venía especulando.
El breve documento conjunto resultado de las negociaciones explicita la voluntad de ambas partes para continuar con las consultas de alto nivel para lograr un acuerdo final.
«Las dos partes se comprometieron a continuar con las negociaciones a un alto nivel hasta que se llegue a un acuerdo», indica el texto. «Trabajaremos para proporcionar la ayuda humanitaria en todo Afganistán», añadió.
Las conversaciones se distinguen por la presencia del jefe del Alto Comité para la Reconciliación Nacional y, en su momento, número dos de la política afgana, Abdulá Abdulá, mientras que la delegación talibán estará representada por el ‘número dos’ el grupo, el mulá Abdul Ghani Baradar.
El Gobierno había manifestado su esperanza de que esta reunión pudiera resolver la mayoría de «cuestiones fundamentales» que separan a ambos bandos, como la redacción de una nueva Constitución, la declaración de un alto el fuego, y la futura participación política de los talibanes.
Además, el texto acordado se limita a expresar la voluntad común de «encontrar lo antes posible una solución justa y firme» a la crisis. Las partes «comprenden la necesidad de llegar a un acuerdo que responda a los intereses y expectativas de todos los hombres y todas las mujeres de Afganistán acorde a los principios islámicos».
Además, el portavoz de la oficina política de los talibanes en Qatar, Mohammad Naim, ha desmentido las informaciones publicadas en algunos medios sobre un acuerdo para un alto el fuego durante la festividad musulmana del Eid al Adha (19-22 de julio) ni la liberación de presos.
«Según informaciones de algunos medios, en la reunión interafgana de alto nivel en Doha se acordó un alto el fuego de varios días o la liberación de algunos presos. Estas informaciones no se corresponden con la realidad. No se ha llegado a un acuerdo», indicó Naim en Twitter.
El pasado viernes, los talibán aseguraron que están más capacitados para gobernar Afganistán que el actual Ejecutivo del presidente, Ashraf Ghani, respaldados por los avances territoriales de los insurgentes durante los últimos meses, en los que han tomado «decenas» de distritos en varias zonas del país centroasiático.
Los talibanes controlarían ahora mismo más de la mitad de los distritos de Afganistán merced a la ofensiva que han realizado durante las últimas semanas en varias provincias del país, según un estudio independiente realizado por la agencia DPA.
Además, los insurgentes estarían al mando de 210 de los 400 distritos que conforman las 34 provincias del país, de acuerdo con el estudio, realizado a partir de una evaluación realizada por los corresponsales de la agencia. Además, el Gobierno afgano solo ostentaría ahora mismo control total sobre 110 distritos, lo que implica que 80 distritos del país se encuentran en disputa. (Europa Press)