Argentina es el quinto exportador mundial de carne bovina y sus cortes son una marca registrada sobre la que el país, una potencia agropecuaria, construyó una fuerte demanda internacional.
Sin embargo, el 20 de mayo el Gobierno del peronista de centroizquierda Alberto Fernández cerró por 30 días las exportaciones para intentar frenar un alza desmesurada en los precios locales de la carne. Desde entonces, funcionarios y empresarios del sector han estado negociando para reactivar los embarques.
«Se están acercando posiciones, es muy factible que se llegue a un acuerdo», dijo el martes a Reuters una fuente del Gobierno, que agregó que un acuerdo implicaría una reapertura de las exportaciones.
En la noche del lunes, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, señaló que el Gobierno argentino estaba «cerca de alcanzar un acuerdo por la carne» durante una entrevista con el canal de noticias local C5N.
Reuters intentó comunicarse con el Consorcio ABC, la cámara que reúne a los frigoríficos que exportan carne bovina desde Argentina, pero no recibió respuesta.
El Gobierno de Fernández ha apuntado contra la demanda del mercado internacional por las alzas en los precios de la carne, que en los últimos doce meses hasta abril subieron entre 60% y 70%, según el ente oficial de estadísticas.
En el primer cuatrimestre del 2021, el 28,8% de las 965.286 toneladas de carne de res producidas tuvieron como destino el mercado de exportación, según el Ministerio de Agricultura. Del total embarcado, el 76,6% tuvo como destino a China.
Argentina padece hace años una recesión con alta inflación. Según datos oficiales, el país acumula un alza de precios al consumidor del 17,6% en el primer cuatrimestre del año y del 46,3% en los últimos 12 meses.
Los precios de la carne son un indicador político muy sensible en un país donde asar cortes a la parrilla se considera una tradición nacional. El conflicto ha adquirido mayor gravedad de cara a las elecciones de medio término que se realizarán en noviembre en Argentina. (Reuters)