El delantero Gabriel Barbosa, Gabigol, volvió a ser el héroe del «Mengao» con un gol en el minuto 45+4, tres años después de entregarle a la «torcida» de Rio de Janeiro el título de 2019, ante River Plate.
Aclamado ya como una leyenda del Fla, Gabigol aprovechó un descuido de un Paranaense que complicaba al favorito hasta la expulsión del central Pedro Henrique, finalizando el primer tiempo.
«Se hizo una gran preparación para este partido y merecíamos ser campeones. Estoy muy feliz, ahora tenemos que celebrarlo bastante porque lo merecemos», dijo Gabigol.
Su compañero de ataque, Pedro, elegido mejor jugador del torneo señaló que la conquista «es un sueño desde niño. Estuve en la tribuna y lo viví en el campo. Vivir esta sensación es maravilloso. Hay que agradecer a Dios, a la afición que vino aquí y a quien nos vio desde casa».
Con un equipo lleno de estrellas, en el que además de los dos delanteros sobresalen los volantes ofensivos Everto Ribeiro y el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, Dorival Júnior obtuvo su primer título continental como DT, tras 20 años de carrera consolidando la imagen de un entrenador respetado, aunque poco ganador, y apegado al buen juego.
Un abrazo entre sonrisas de Dorival Júnior y su colega Luiz Felipe Scolari anunció lo que sería una batalla entre dos sabios del fútbol brasileño.
En el Estadio Monumental, sin aforo completo aunque con una extensa fanaticada del Flamengo, el duelo era mano a mano.
Ayer fue la segunda redención para el indómito «Gabigol», quien con un doblete en el 90+2 y 90+5 revirtió la final de Libertadores en 2019 ante el argentino River Plate. En ese momento fue la mayor gloria de Flamengo en 32 años, motivada por un delantero surgido en el Santos y con un paso para olvido por Europa entre 2016 y 2018.
A tres semanas de Catar, fue un mensaje dirigido al seleccionador Tite, quien no tiene al nuevo consentido del Flamengo.
AGENCIAS