«Lo vamos a imputar como el determinador por homicidio agravado de 104 de los llamados falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales en Colombia», ha zanjado el fiscal Francisco Barbosa en declaraciones publicadas este sábado por el magacín ‘Semana’, sobre el caso refereido contra el general retirado Montoya, comandante del Ejército Nacional entre 2006 y 2008, durante el segundo gobierno del presidente Álvaro Uribe.
Concretamente, la Fiscalía denuncia que Montoya desconoció o ignoró la llamada Directiva 300-28, que recomendaba políticas de desmovilización de combatientes, por delante de cualquier otra consideración, incluyendo su muerte en combate, y favoreció operaciones que desembocaron en el asesinato de estos civiles.
«La investigación lo que nos da es que en el año 2006 se empezaron a presentar unas denuncias de la sociedad civil de unas personas que habían sido asesinadas en condiciones atroces», según el fiscal. «El general Montoya, como está comprobado en el expediente, desconoció la directiva 300-28. Fue a las brigadas, a los batallones, a las divisiones, siguiendo con la política de premios por esas ejecuciones», indicó.
Montoya, quien renunció en 2008 tras casi 40 años de servicio, fue uno de los altos jefes que formó parte de la famosa ‘Operación Jaque’ en la que lograron liberar a la ex senadora Ingrid Betancour y a otros secuestrados que estaban en manos de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC).
El general era uno de los hombres que estaban en la lista de personas que podrían haber asumido como jefe de las Fuerzas Militares del país. Según el diario ‘El Espectador’, durante la comandancia de Montoya fueron asesinados más de 2.409 jóvenes que fueron presentados como guerrilleros o miembros de grupos al margen de la ley muertos en combate.
Hace tres años, el general negó absolutametne toda implicación en el caso de los ‘falsos positivos’. «Hasta la saciedad les dije ( sus efectivos): “Que se muera un inocente y no lo reconozcamos es un gran error, pero que se muera un inocente y lo hagamos pasar por bandido es un acto de cobardía”. Esta frase se la sabe el Ejército y estaba escrita en los centros de operaciones», hizo saber en declaraciones recogidas por “El Espectador”.
También ese mismo año, en 2018, el general firmó el acta de sometimiento voluntario a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), uno de los organismos encargados de investigar estos crímenes. (Europa Press)