Hezbollah, un movimiento terrorista chiita respaldado por Irán, ha ejercido durante mucho tiempo un poderoso papel en Líbano, un país golpeado por un colapso económico e inestabilidad política.
El mensaje de Price llegó luego de que más de diez cohetes fueran lanzados hoy desde el Líbano hacia los altos del Golán ocupados por Israel, que hicieron sonar las alarmas antiaéreas en varias localidades y fueron respondidos con ataques del Ejército israelí hacia el país árabe, en lo que supone el segundo incidente de este tipo en la región en solo dos días.
Según un portavoz militar, “se dispararon al menos diez cohetes desde Líbano hacia territorio israelí”, la mayoría de los cuales “fueron interceptados” por el sistema de defensa antiaéreo israelí y el resto cayó en un área despoblada cercana al territorio disputado de las Granjas de Chebaa, en el Golán.
El Ejército respondió al lanzamiento con ataques de represalia contra los puntos en territorio libanés desde donde se realizaron los disparos, concretó la misma fuente.
Aunque hasta ahora no había certeza sobre quién estaba detrás de estos ataques, el grupo chií libanés Hezbollah los reivindicó hoy y afirmó que ha lanzado “decenas” de cohetes contra áreas cercanas a posiciones israelíes en el sector de las granjas de Chebaa, disputado entre Líbano e Israel.
Ante la situación, el primer ministro israelí, Naftali Benet, tiene previsto reunirse las próximas horas con el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Aviv Kochavi, para valorar lo sucedido, informó su oficina.
Según los servicios de emergencia, los disparos de hoy no causaron heridos ni daños materiales, aunque marcan una nueva escalada de tensión en la línea divisoria entre el Líbano e Israel, solo dos días después de que el miércoles se lanzaran tres proyectiles desde el Líbano hacia territorio israelí.
Las fuerzas armadas israelíes también respondieron a esta agresión con tres rondas de ataques de artillería y un bombardeo aéreo de madrugada, el primero que se produjo contra el sur del país árabe desde la guerra de 2006.
Este ataque fue denunciado por el Líbano, que ayer anunció que presentaría una queja “urgente” por ello ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El lanzamiento de hoy, a su vez, es el sexto contra Israel que se produce desde territorio libanés en poco más de tres meses.
El aumento de tensión en la frontera se produce además mientras se agrava la crisis en el Líbano, lo que ha hecho que aumenten los temores en Israel de que la situación de inestabilidad dé alas a Hezbollah u otros grupos armados y derive en una nueva conflagración.
Israel y Líbano técnicamente siguen en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas, y en los últimos años se han registrado escaramuzas de manera intermitente y de baja intensidad en la zona fronteriza.