En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha detallado que Foote tendrá que relacionarse con los socios haitianos e internacionales de Estados Unidos también para apoyar la celebración de unas elecciones presidenciales y legislativas «libres» y «justas» en Haití.
«También trabajará con los socios para coordinar los esfuerzos para la asistencia en varias áreas, incluidas la humanitaria y de seguridad», según Price. Asimismo, Foote «trabajará con las partes interesadas de la sociedad civil y el sector privado para buscar soluciones lideradas por el propio Haití a los desafíos a los que se enfrenta el país».
Price ha destacado que Foote tiene una amplia experiencia diplomática para desempeñar este rol, ya que anteriormente se ha desempeñado como jefe adjunto de misión en Haití y como embajador de Estados Unidos en Zambia.
Ariel Henry asumió el cargo de primer ministro de Haití en medio de la crisis tras el magnicidio de Moise, quien lo nombró para el cargo dos días antes de su asesinato, por lo que no llegó a tomar posesión y el ex primer ministro interino, Claude Joseph, se puso al frente del Gobierno hasta que este lunes presentó su dimisión.
En total, el nuevo Ejecutivo de Haití está integrado por 18 ministros, tres del antiguo gabinete, y entre las nuevas caras se encuentran Liszt Quitel, a cargo del Ministerio del Interior y Comunidades Territoriales, y Enold Joseph, quien dirige el Ministerio de Defensa, entre otros.
El Gobierno de Henry ha recibido el respaldo de la comunidad internacional con vistas a celebrar las elecciones generales previstas para el 26 de septiembre, hasta cuando tendrá que dirigir un país polarizado, empobrecido y en uno de sus momentos más difíciles y violentos.
Antes de su muerte, Moise, quien gobernaba por decreto desde hace más de un año ante la ausencia de un Parlamento electo, encargó al nuevo primer ministro «solucionar el flagrante problema de la inseguridad y apoyar al Consejo Electoral para la realización de las elecciones generales y el referéndum».
Inicialmente se había convocado en abril un referéndum para reformar la Constitución, pero la incertidumbre derivó en un primer aplazamiento a junio y, después, hasta el 26 de septiembre, coincidiendo con la primera vuelta de los comicios legislativos y presidenciales. Los comicios para renovar las administraciones locales tendrán lugar en principio en enero de 2022. (Europa Press)