Miles de cubanos se unieron el domingo a protestas callejeras desde La Habana hasta Santiago, en las mayores manifestaciones antigubernamentales en décadas en la isla gobernada por los comunistas. Corearon «libertad» y pidieron la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel.
«Nos unimos al pueblo cubano y a su clamoroso llamado por la libertad y alivio de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba», dijo Biden en un comunicado.
Las protestas estallaron en medio de la peor crisis económica desde la desintegración de la Unión Soviética, su antiguo aliado, y, cuando hay un aumento sin precedentes de las infecciones por coronavirus, personas que denuncian escasez de productos esenciales y restricciones a las libertades civiles.
«El pueblo cubano está reivindicando con valentía derechos fundamentales y universales. Esos derechos, incluido el de protesta pacífica y la libre determinación de su propio futuro, deben ser respetados», dijo Biden en un comunicado.
«Estados Unidos pide al régimen cubano que escuche a su pueblo y sirva a sus necesidades en este momento vital en lugar de enriquecerse», agregó.
Poco antes de que Biden hiciera su declaración, Díaz-Canel culpó a las sanciones estadounidenses, que se endurecieron en los últimos años, de los problemas económicos, como la escasez de medicinas y los cortes de electricidad de alentar las inusuales protestas de este fin de semana. (Reuters)