Carlos Sainz y Lucas Cruz también estuvieron en la pelea, pero les faltó un puntito para haber disputado el triunfo. Algún error de navegación les costó caro, pero aún así terminaron cuartos a 3:11 del sueco… y a solo tres segundos de firmar un triplete que a Audi le hubiese hecho una ilusión especial.
Y, de hecho, vivieron con la ilusión hasta la noche por la sanción que pululó sobre la cabeza de Sebastien Loeb. El francés perdió una rueda de repuesto (la buena) después de pinchar por primera vez y, aunque es contrario al reglamento, la FIA eximió al piloto de la responsabilidad por la pérdida de la rueda y multó económicamente al equipo BRX.
No se puede decir que Sebastien Loeb no esté intentándolo todo para destronar a Nasser Al-Attiyah y hoy hemos tenido el mejor ejemplo. Abriendo pista ha salido en modo Maximum Attack… y eso que en el kilómetro 28 la carrera ya le ha dado un aviso con un primer pinchazo.
Sin embargo, pese a que sólo le quedaba un ‘comodín’ más en forma de rueda de repuesto, el francés no ha bajado el ritmo y ha llegado a liderar la especial en su parte intermedia. Al final, nuevo susto: perdieron la segunda rueda de repuesto en marcha, con lo que se quedaban sin red… pero aún así ha terminado por delante de Al-Attiyah, que tampoco ha tenido un día sencillo.
Nasser Al-Attiyah ha tenido hoy la suerte del campeón. Pinchó poco después que Loeb (km 38) pero poco después sufrió un problema mayor: el diferencial posterior de su Toyota se sobrecalentó y tuvo que hacer casi toda la etapa (incluidas las dunas) con dos ruedas motrices únicamente. Pese a todo, no se hundió y esos 7:01 que se ha dejado con Loeb hoy pueden considerarse más que positivos para los japoneses.
«Tuvimos primero un pinchazo y luego fuimos únicamente con tracción delantera. He ido muy asustado todo el tiempo. En la última parte he pensado que daba todo igual y hemos intentado apretar al máximo. Tenemos suerte de haber perdido sólo siete minutos hoy», explicó el catarí, aliviado, en meta. (Marca)