En la cúspide de este llamado eclipse anular, la Luna se desplazará lentamente delante del Sol, para transformarlo durante unos minutos en un delgado anillo luminoso, como un “círculo de fuego” en el cielo de junio.
Un espectáculo reservado para los pocos habitantes de las latitudes más altas, que se encuentran justo en el eje: noroeste de Canadá, extremo norte de Rusia, noroeste de Groenlandia y Polo Norte, donde la ocultación del disco solar será de 87,8 %, según precisó el Observatorio de París-PSL.
Personas con gafas protectoras observan el eclipse solar sobre La Higuera, Chile, el 2 de julio de 2019. (Victor Ruiz Caballero / The New York Times)
El eclipse anular también será visible, pero sólo parcialmente, en el noroeste de América del Norte, gran parte de Europa, incluido España, Francia y Reino Unido, así como parte del norte de Asia.(Infobae.com)
En esas latitudes, y si el cielo está despejado, los entusiastas de la astronomía podrán observar una fracción del Sol oscurecida por el disco negro de la Luna, al 20% en Londres, al 13,2% en París y al 4,8% en Madrid.
“Cuanto más se va hacia el sureste, menos importante será el oscurecimiento”, explicó a la agencias de noticias AFP Florent Delefie, del Observatorio de París, que retransmitirá el evento en directo – y en primer plano – en su canal de YouTube.
El eclipse durará unas dos horas. No será “muy espectacular”, pero sigue siendo interesante de observar, según el astrónomo. Sin embargo, es imperativo no mirar directamente a la estrella, ni siquiera con gafas de sol o a través de una nube.
“Las quemaduras de retina pueden ser irreversibles”, advirtió Delefie.
Los más curiosos deberán protegerse con anteojos que se venden en las tiendas de astronomía (no hay que utilizar las gafas de eclipse ya usadas) o recurrir a los medios de observación de los astrónomos aficionados. (Infobae.com)