Los ministros de Asuntos Exteriores de estos cinco países comenzaron el escrito con el «deseo» de dejar claro que las presidenciales «no serán libres ni justas» y han denunciado la decisión del «régimen» del presidente sirio Bashar al Assad de celebrar elecciones «fuera del marco descrito en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU».
«Como se describe en la resolución, las elecciones libres y justas deben convocarse bajo la supervisión de la ONU con los más altos estándares internacionales de transparencia y rendición de cuentas», señala el texto.
«Para que una elección sea creíble, se debe permitir la participación de todos los sirios, incluidos los sirios desplazados internos, los refugiados y los miembros de la diáspora, en un entorno seguro y neutral», continúan.
Los jefes de la diplomacia que firman el escrito recalcan que sus países «apoyan las voces de todos los sirios, incluidas las organizaciones de la sociedad civil y la oposición siria, que han condenado el proceso electoral como ilegítimo».
«Sin estos elementos, esta elección fraudulenta no representa ningún avance hacia un arreglo político. Instamos a la comunidad internacional a rechazar inequívocamente este intento del régimen de Al Assad de recuperar la legitimidad sin poner fin a sus graves violaciones de Derechos Humanos, remarcan.
Este miércoles 26 de mayo la población de Siria está llamada a las urnas para unas elecciones en las que el presidente Al Assad concurre sin rivales de peso tras la eliminación de las candidaturas opositoras, en un país devastado por los más de diez años de guerra.
Las presidenciales serán las primeras que se celebran desde 2014, cuando Al Assad obtuvo una reelección sin paliativos ante la falta de rivales, si bien en dicha ocasión su posición sobre el terreno era muy diferente a la actual debido a los avances de los distintos grupos armados que operaban en el país.
Desde entonces, la situación sobre el terreno ha sufrido importantes cambios, especialmente debido a la intervención militar de Rusia en 2015 en apoyo a Damasco, lo que ha permitido a las fuerzas gubernamentales ganar terreno y alejar la amenaza de la caída del presidente por la vía de las armas.
En esta ocasión, Al Assad hará frente en las urnas a Abdulá Salum Abdulá, del Partido Socialista Unionista (SUP), y a Mahmud Ahmad Marai, de la Unión Democrática Árabe Socialista (DASU), uno de los partidos opositores tolerados por las autoridades sirias. (Europa Press)