En las últimas cinco semanas han muerto al menos 100.000 personas por el coronavirus, que fue la primera causa de muerte en el país durante el mes de enero, por delante de los accidentes cardiacos o el cáncer, según las estadísticas de la Kaiser Family Foundation recogidas por la radio pública estadounidense NPR. El coronavirus ha matado en Estados Unidos un 50 por ciento más gente que la gripe en la última década una cifra similar a la de ciudades como Atlanta o Kansas City.
Estas cifras se traducen en unos 2.000 muertos diarios en Estados Unidos, lejos sin embargo de los más de 3.000 muertos diarios que se registraron a mediados de enero y del pico histórico de fallecidos del 12 de enero, cuando se informó de 4.400 muertos.
Sin embargo, la verdadera cifra de fallecidos por la pandemia es mucho mayor, según todos los expertos, ya que las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) revelan un incremento de la mortalidad muy superior a la de años anteriores.
Además, superan por mucho las estimaciones pesimistas publicadas hace un año, cuando se detectaron en Nueva York los primeros brotes de contagio del virus originado en Wuhan, China.
La buena noticia para Estados Unidos es la caída en los contagios, con 71.000 nuevos casos diarios de media en la última semana. La cifra de pacientes hospitalizados ha caído a la mitad desde enero, con 62.000 personas ingresadas en todo el país el pasado jueves, según las estadísticas de 'The New York Times'.
Además, continúa la campaña de vacunación que ha permitido ya inmunizar al 12 por ciento de la población con la primera dosis del fármaco. El 5 por ciento de los estadounidenses han recibido ya las dos dosis. (Europa Press)