El estatus se otorga a quienes llegan a Estados Unidos escapando de desastres naturales, guerras u otros "eventos disruptores", como es, en este caso, el conflicto que asola la república árabe desde hace ya diez años.
"La guerra civil siria continúa siendo el escenario de ataques deliberados contra civiles, el uso de armas químicas y tácticas de guerra irregular, así como del empleo de niños soldados", argumenta el Departamento de Seguridad Interior.
En la nota, el Gobierno estadounidense aduce que "la guerra también ha provocado una necesidad sostenida de asistencia humanitaria, un aumento de refugiados y personas desplazadas, inseguridad alimentaria, acceso limitado al agua y atención médica y destrucción a gran escala de la infraestructura de Siria".
"Estas condiciones impiden que los ciudadanos sirios regresen de manera segura ", añade el departamento sobre esta extensión, que abraza la prórroga máxima disponible para este estatus, renovable a su vez a voluntad por el Gobierno estadounidense. (Europa Press)