"Estas acciones son una afrenta al pueblo chino y a las naciones civilizadas de todas partes", dijo en Twitter Pompeo, que ha llamado a "rendir cuentas" tanto al Estado de China, en general, como al Partido Comunista Chino (PCCh), en particular.
La Administración de Donald Trump ha aprobado sanciones contra individuos y entidades chinas por la represión en Xinjiang, que consideran acreditadas también organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y la propia ONU. Pekín, entretanto, niega estas acusaciones, muchas de ellas referentes a los supuestos campos de "reeducación" abiertos en la zona.
"Lo que estamos viendo es un intento sistemático de destruir a los uigures por parte del partido-estado chino", sentenció Pompeo, en un duro comunicado en el que ha denunciado los intentos de Pekín por lograr una "asimilación forzosa" e incluso un "eventual borrado" de una minoría "vulnerable".
El paso de este martes llevaría meses a debate en Washington, que finalmente se habría decidido a dar el paso ante el inminente final del Gobierno Trump, según fuentes citadas por 'The New York Times'. En este caso, la Administración se pone al nivel del presidente electo, Joe Biden, que en agosto de 2020 ya divulgó una nota en la que describía como "genocidio" las acciones de China e instaba a Trump a dar el paso. (Europa Press)