Las protestas, convocadas inicialmente para rechazar un plan de reforma fiscal ya retirado por el Gobierno, se transformaron en una demanda para exigir acciones que reduzcan la histórica desigualdad social con una renta básica para las familias más pobres y mejoras a los sistemas de salud y educación.
"Insistimos en reclamar del presidente un diálogo genuino, concreto y eficaz con el Comité Nacional de Paro. Venimos por tanto sin el propósito de sustituir a quienes han enarbolado la bandera de la inconformidad", dijo una declaración de la llamada Coalición de la Esperanza.
De ese movimiento político opositor a Duque hacen parte posibles candidatos a la presidencia en 2022 como el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo.
El Gobierno anunció que el lunes se reunirá con los promotores de la protesta, incluidos los principales sindicatos del país. Las organizaciones obreras advirtieron que, pese al diálogo, las protestas continuarán hasta que haya acuerdos.
Las manifestaciones han sido empañadas por la violencia y la Defensoría del Pueblo reportó hasta el jueves la muerte de 26 personas, aunque dijo que siete no estaban relacionadas con las marchas en sí.
El grupo de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch informó de 36 decesos y calificó la violencia policial de "alarmante".
Las protestas, que entraron a su décimo día, derivaron en saqueos, actos de vandalismo, enfrentamientos entre algunos manifestantes y la policía, así como bloqueos de carreteras que comenzaron a provocar desabastecimiento de alimentos y combustibles en las principales ciudades del país. (Reuters)