Si aún quedaba alguna esperanza de clasificar al siguiente mundial, ayer se terminó de sepultar toda esperanza ya que no quedan ni siquiera chances matemáticas. Con más ímpetu que fútbol se intentó salir con vida del Hernando Siles, pero los errores se pagan caro. No se puede creer que cuando te juegas la vida en esta doble fecha, salgas de ambos partidos con las manos vacías, los errores se pagan caro en las eliminatorias y tanto el planteamiento táctico que concedió muchas ventajas a los rivales, como también la desconcentración en los jugadores pasaron factura a la selección boliviana que salió goleada de Venezuela y perdió en casa ante Chile.
No tiene sentido lamentarse ahora que quedamos oficialmente fuera del mundial, no clasificamos desde la eliminatoria del 93 y ciertamente no es una sorpresa quedar fuera, nos queda el consuelo de haber llegado a la fecha 14 con posibilidades de clasificar, tal vez un gran logro en relación a otras eliminatorias cuando quedábamos sin chances algunas fechas antes.
La gran pregunta ahora es si realmente encontramos el camino para seguir trabajando en base a este modelo, o es que necesitamos una reestructuración total y empezar de cero para poder soñar con argumentos sólidos una posible clasificación al mundial.
RENOVACIÓN.
Se pide a gritos, desde los menos entendidos en el fútbol comprenden que toda selección necesita renovarse, pero el asunto es cómo afrontamos esa renovación. Convocamos a jugadores porque tenemos que llenar el límite de la planilla CONMEBOL, no porque haya una competencia de jugadores en cada posición.
– No tenemos una planificación de trabajo con divisiones menores, no le prestamos la mínima atención a las escuelas de formación, no hay competencia para las divisiones menores, no hay presupuesto para equipar y sostener centros de formación, y lamentablemente es de esta etapa de formación donde los clubes se nutren de jugadores para renovar sus plantillas.
– Los padrinazgos, es un secreto a voces que perjudican el recambio generacional, los jugadores apadrinados reciben mayores oportunidades para jugar en los clubes de primera división, y los jóvenes con más talento muchas veces ni participan de un solo entrenamiento en clubes de liga, quienes son relegados al olvido, no se alimentan bien porque no tienen recursos y pasan toda su carrera a la sombra de jugadores menos destacados hasta que terminan jugando en villas y comunidades, perdiéndose del mapa futbolístico. Pudieron ser las grandes estrellas y nunca llegaron ni a debutar en la liga.
– La mentalidad del jugador boliviano es muy limitada, muy poco competitiva y sin grandes aspiraciones. Si solo se dieran cuenta de la calidad que tienen en sus pies y que el único secreto para llegar a ser un jugador de clase mundial es trabajar muy duro y trabajar con una metodología de vanguardia, tendríamos jugadores en las mejores ligas del mundo.
LA LIGA.
Mientras tengamos una liga tan poco competitiva, nuestros jugadores serán cada vez menos competitivos, menos valorados fuera de nuestras fronteras y nuestra selección seguirá peleando por no ser la última de Sudamérica en cada eliminatoria y Copa América.
CENTROS DE FORMACIÓN.
Si cada club comprendiera que la mejor inversión no es traer extranjeros a precio de superestrellas sino invertir en las divisiones inferiores, cada club tendría su centro de formación con todas las condiciones y comodidades para adolescentes y jóvenes que realmente muestren un talento para el fútbol, así se revolucionaría el fútbol boliviano desde el fútbol base y tendremos campeonatos competitivos desde las divisiones inferiores.
EL DATO
15 PUNTOS tiene Bolivia que ha quedado relegada en la tabla de las Eliminatorias.
MASSUR CUÉVAS