El fútbol boliviano está herido de muerte. La eliminatoria a Catar 2022 arrancaba con la ilusión intacta, pero con muchas dudas acerca de lo que sería la participación boliviana. Las promesas de cambios estructurales y presentar una selección más competitiva y ambiciosa eran los objetivos principales para este proceso, las prioridades pasaban por volver a ser fuertes en La Paz, jugar de igual a igual fuera de casa, renovar la selección en base a futbolistas jóvenes y con proyección internacional. Eso decía César Farías.
Pero, los problemas internos entre selección y clubes obligaron a la Verde a no contar con jugadores del club Bolívar y Wilstermann, por ejemplo. Y, se dio un inicio irregular, muchos puntos perdidos en condición de local, y los pocos puntos obtenidos fuera de casa no fueron la excepción en las eliminatorias rumbo a Catar.
Pero hay aspectos que puntualizar…
– Las victorias frente a Venezuela, Perú, Paraguay y Uruguay en La Paz, suponen los puntos altos de esta eliminatoria.
– Los empates frente a Paraguay y Chile en condición de visitante abrían una esperanza de clasificación, pero sobre todo de ver a una selección que pueda jugar de igual a igual y de haber encontrado una base de jugadores para los siguientes partidos.
– El empate frente a Colombia en La Paz nos alejaba de nuestro intento de meternos en puestos de repechaje y nos devolvía a la realidad.
– Argentina primero, después vinieron Ecuador y Chile para volver a su habitual costumbre de ganar en La Paz, pero la derrota que nos puso en el fondo del abismo fue frente a Brasil en la última fecha de la eliminatoria, 0-4 y a tocar fondo.
Otro fracaso que como en todas las ediciones anteriores que no se clasificó al mundial, dejan algunos resultados positivos, pero desnudan más las falencias del fútbol boliviano. Queda el consuelo de que Martins metió más goles que todos incluyendo Luis Suarez, Neymar y el mismísimo Messi; además, dos empates de visitante, tener uno de los equipos más goleadores y también el más goleado de la zona, se dio el debut de muchos jugadores, nada extraordinario que no haya ocurrido en eliminatorias anteriores.
EL SILES YA NO METE MIEDO
El Estadio Hernando Siles se ha convertido en un escenario habitual de frustraciones, cada vez se vuelve más normal ver caer a nuestra selección en casa, esta eliminatoria sucedieron cuatro derrotas, como en ninguna otra anterior. Conclusión, a Bolivia le cuesta cada vez más jugar en el Siles. El templo de los sueños de Miraflores ahora es donde mueren las ilusiones, donde las esperanzas para volver a entonar nuestro himno en un mundial se diluyen, donde el hincha sale con un nudo en la garganta. El discurso de que es inhumano jugar en La Paz ya solo es una anécdota, la selección que se propuso, vino a llevarse resultados positivos, hasta el temeroso Tité, que abría el paraguas antes de que llueva, se llevó una victoria por goleada en el cierre de las eliminatorias.
La nueva camada liderada por Henry Vaca, Jairo Quinteros, Ramiro Vaca, Roberto Carlos Fernández, Moisés Villarroel, Rubén Cordano, Jeyson Chura, José Sagredo y Gabriel Villamil, fueron las apariciones más importantes y tendrán la responsabilidad de conducir a la selección boliviana en las próximas eliminatorias, en busca del pase al mundial de fútbol que organizarán de manera conjunta México, Estados Unidos y Canadá en 2026.
EL GOLEADOR
Marcelo Martins, hasta el momento es el goleador de las eliminatorias con diez goles, Neymar y Messi, con 8 y 7, son los únicos que le pueden sacar ese lugar, chocarán en el derbi.
MASSUR CUÉVAS