Hoy hable con el maestro Luis Galarza y me confesó que cuando se fue de The Strongest pensó que su carrera terminaba, como si no hubiera una vida después del Tigre; pero no fue así, él siguió jugando y ganando títulos y partidos, todo lo que le ponían al frente. Entonces pareciera que el mayor trauma es para los que amamos a esos símbolos o emblemas, puede ser, al final hay que hacerse hincha de los colores y no de los nombres.
Daniel Vaca ya no estará en el arco de The Strongest y eso será una imagen que no será reconocible en nuestro corazón, aunque nuestra mente debe aceptarlo para que el músculo blando luego de también reconocimiento. Dolerá me imagino el primer partido de este Tigre 2022 cuando miremos al arco y este Billy o Johan, no porque estén ellos, sino porque Daniel y su historia no estarán en ese instante.
Lucho tiene razón en algo: hay vida después de The Strongest y él lo sabe más que nadie. Antes que haya Daniel, él era el ídolo indiscutido, era él y diez más, su espalda supo soportar tiempos muy difíciles casi prehistóricos de lo que vivimos hoy en día. Antes no había tres campeonatos, no había plata de la tele, la Libertadores no pagaba lo de hoy y no había un consuelo como la Sudamericana. Lucho y sus compañeros de los 70’s y 80’s tuvieron que comer canchas de tierra y viajes de riel interminables, eran otros tiempos.
De Daniel tengo el recuerdo de haber sido el primer refuerzo de Kurt a finales del 2010, desde ahí sentí que algo había comenzado. La etapa más gloriosa de The Strongest tiene a Vaca en el arco. Si pasó penas en el club, claro que sí, no todo fue una taza de leche en esos primorosos años del portero. Generalmente solo vemos las imágenes de Gloria, las copas levantadas y las medallas en el pecho; pero también hubo abandono dirigencial muchas veces, logística incompleta, hubo tiempos que no había para el pasaje y todo en medio de la gloria. ¿Cómo entender eso?, es fútbol nacional, mucho no ha cambiado aún.
Esto es generacional. Para el añejo gualdinegro Galarza será único, atajaba con la cara si era necesario. Para los chicos de hasta veinticinco años, Vaca es sinónimo de héroe inmaculado. Ni uno más, ni otro menos, con aciertos y malas decisiones de por medio. Somos humanos y gualdinegros, pero este último concepto es el más apropiado para los dos grandes arqueros.
A Lucho le debemos algo todavía, el maestro necesita nuestra ayuda en este ocaso de su vida. A Daniel lo volveremos a ver, te lo puedo asegurar, pero en un nuevo ciclo, tan importante y brillante como el que terminó. No nos olvidemos de nosotros y nosotros somos los atigrados que aún, sin importar la edad, mantenemos en las paredes los pósters de estos representantes de nuestro amor.