La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso avaló con 15 votos a favor tramitar los informes que recomiendan declarar procedentes las denuncias constitucionales, después de que se destapase que estos altos cargos se vacunaron en secreto y ocultaron dicha información.
El presidente de la subcomisión, Carlos Pérez Ochoa, de Acción Popular, ha explicado al diario peruano 'El Comercio' que el informe será dividido en dos, "por un lado la infracción y por otro lado los delitos".
"Sacamos dos informes, uno para juicio, otro para antejuicio y las denuncias mixtas las dejamos en pendiente", para "posteriormente", ser acumuladas en las ya procesadas.
En caso de que salgan adelante algunas de las ocho denuncias por juicio político presentadas por una quincena de diputados, los demandados podrían enfrentarse a inhabilitaciones de hasta diez años para ejercer cargos públicos.
En el caso de Vizcarra, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso debatirá un informe en el que se le acusa de varios delitos, entre ellos el de organización criminal, tráfico de influencias, falsificación de documentos, además de haber violado nueve artículos de la Constitución.
En relación a las exministras Mazzetti y Astete, ambas han sido denunciadas por cometer presuntos delitos de cohecho pasivo y concusión, además de haber infringido hasta cinco artículos de la Constitución, aunque finalmente han quedado eximidas de otros crímenes como colusión y tráfico de influencias.
El ya conocido como “Vacunagate” fue una trama destapada en las últimas semanas en Perú en la que se ha dado a conocer que numerosos funcionarios y altos cargos de la Administración recibieron la vacuna contra el coronavirus de manera subrepticia, incluso antes de que los inoculadores llegaran al país de manera oficial.
En total fueron 487 los funcionarios vacunados con dosis de Sinopharm destinadas para el personal médico a cargo del estudio clínico que el laboratorio chino realiza en el país.
Si bien Vizcarra siempre defendió su inocencia alegando que formaba parte de los ensayos clínicos de la vacuna, algo que las autoridades encargadas de la vacunación siempre han negado, Mazzetti y Astete han reconocido que recibir las primeras dosis fue "un grave error", que nunca debieron haber cometido. (Europa Press)