La búsqueda de los «mercenarios» que mataron al presidente de Haití Jovenel Moïse ha puesto la atención en Colombia. Entre los últimos implicados se sospecha que cometieron magnicidio, según seguimiento de BBC Mundo.
El político de 53 años y su esposa, Martine Moïse, quien resultó gravemente herida, fueron atacados a tiros en su vivienda en el sur de Puerto Príncipe la madrugada del pasado miércoles.
Tras el fatal ataque, las autoridades haitianas iniciaron una «cacería» de los sospechosos que en las últimas horas produjo la detención de 17 hombres, 15 de ellos colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.
El jefe de la Policía Nacional haitiana, Léon Charles, informó que el comando estuvo compuesto por 26 hombres. De ellos, señaló, 26 eran colombianos y los otros dos estadounidenses.
Hasta el pasado jueves por la noche, las autoridades de Colombia solo pudieron confirmar que seis de los sospechosos detenidos eran ciudadanos de su país.
Otros tres presuntos mercenarios murieron y ocho más -todos colombianos- están prófugos, informó Léon Charles.
Aún se desconoce la motivación detrás del magnicidio y quién es el autor intelectual.
EXMILITARES DE COLOMBIA
Después de un intenso enfrentamiento en la capital, Puerto Príncipe, los 17 sospechosos fueron capturados en una casa en la que se refugiaban, mientras que otros fueron detenidos al ingresar a la embajada de Taiwán, indicó Charles.
Colombia informó que solo tenía identificados a seis ciudadanos del país hasta el pasado jueves y que está colaborando con Haití y la Interpol para esclarecer lo sucedido.
«Inicialmente la información señala que son ciudadanos colombianos, miembros retirados del Ejército Nacional», dijo el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano.
Molano dio instrucciones «para que de inmediato se preste la colaboración en el desarrollo de esta investigación para que se esclarezcan estos hechos».
El director de la policía colombiana, Luis Vargas, dijo que dos colombianos de los que se solicitó información «habrían muerto» durante un choque con las autoridades haitianas.
Cuatro de los capturados presuntamente son «soldados retirados del Ejército Nacional».
La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, condenó lo sucedido y pidió que caiga»todo el peso de la justicia» sobre los sospechosos.
«Que la justicia de Haití proceda, y que proceda con todo el rigor y la contundencia (…) porque Colombia no puede de ninguna manera resultar en los titulares de la prensa internacional por cuenta de unos criminales y unos sicarios», afirmó.
El ministro haitiano Mathias Pierre identificó a los sospechosos haitiano-estadounidenses como James Solages, de 35 años, y Joseph Vincent, de 55.
Sin embargo, el gobierno de EEUU aún no ha confirmado si son ciudadanos estadounidenses.
Además, el corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Daniel Pardo, señaló que en la mañana de ayer, los medios colombianos fueron publicando a cuentagotas los nombres, las trayectorias y las fotos de los militares retirados involucrados en el magnicidio.
La mayoría de ellos rondan los 40 años, ejercieron de soldados y, como parte de una práctica usual en el ejército al no poder ascender, se retiraron jóvenes, hace menos de dos o tres años.
Asimismo, la esposa de Eladio Uribe, al parecer detenido en Haití, le dijo a la W Radio que el exmilitar fue soldado profesional durante 20 años, se retiró en 2019 y recibió varios reconocimientos castrenses.
Según ella, Uribe estuvo investigado por el caso de los falsos positivos, un esquema de cuotas que pasaba bajas civiles como bajas guerrilleras en combate, pero «fue absuelto».
Y estaba, de acuerdo con el relato de su esposa, en República Dominicana contratado por una supuesta empresa de seguridad que le pagaría US$3.000 al mes.
«A ellos no les dijeron para dónde se los iban a llevar exactamente (…) era una oportunidad laboral con una agencia para cuidar familias de jeques», aseguró.
Los medios colombianos también hicieron hincapié en el caso de Manuel Antonio Grosso, un paracaidista y miembro de las fuerzas especiales antiguerrilla que publicó fotos en redes sociales hace una semana desde República Dominicana. Al parecer cruzó la frontera a Haití el día antes del asesinato de Moïse. (BBC Mundo)
“Cacería internacional”
Las autoridades haitianas declararon el miércoles el estado de sitio durante dos semanas en todo el territorio, según una edición extraordinaria de Le Moniteur, el diario oficial del país.
La mañana después del magnicidio, el primer ministro Claude Joseph, quien está ahora al frente del país, dijo que los sospechosos eran «de habla inglesa y española».
«Llevaban armas de gran calibre y mataron al Presidente», explicó el miércoles al prometer que «pagarán por sus acciones ante la justicia».
El juez Carl Henry Destin, encargado del levantamiento forense, informó que Moïse recibió 12 disparos de armas de gran calibre y 9 milímetros.
Indicó que las únicas víctimas fueron el presidente y su esposa, quien fue trasladada de emergencia a un hospital de Miami, EEUU.
Una hija de la pareja presidencial estaba en la misma estancia que sus padres en el momento del ataque, pero consiguió esconderse en la habitación de su hermano, que también resultó ileso.
Aún no está claro por qué la guardia de Moïse no pudo intervenir en su defensa.
El embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, pidió el miércoles una «cacería internacional» de los responsables de un ataque «bien orquestado».
Si bien dijo que no quería especular, señaló tener información de que el atentado fue perpetrado por «profesionales».
Explicó que llegaron a la residencia del presidente afirmando falsamente ser agentes de la Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés).
«Así es como se presentaron, como agentes de la DEA», declaró Edmond a la agencia Reuters. «De ninguna manera eran agentes de la DEA».
«Tenemos un video y creemos que son mercenarios», señaló.
La tarde del miércoles un portavoz del Departamento de Estado de EEUU rechazó cualquier implicación de la DEA.
«Estados Unidos condena este acto atroz, estos informes falsos no son más que eso, solo informes falsos», dijo Ned Price.
Lo dicho por Edmond coincide con videos difundidos en la prensa y redes sociales -cuya autenticidad no ha sido verificada por las autoridades- que muestran a un grupo de hombres armados en una calle, presuntamente grabados por vecinos del barrio donde vivía el presidente Moïse.
En un momento se escucha a alguien decir en inglés «Esta es una operación de la DEA» a través de un megáfono.
Una persona yace en el piso mientras algunos hombres con armas largas hablan entre sí. En otro segmento se escuchan disparos, pero es poco lo que se aprecia en la oscuridad.