Tras aplicar nuevas cuarentenas por una ola de contagios tras el verano austral, en recientes semanas las autoridades han empezado a relajar las restricciones en medio de un descenso de los casos y de la mano de un masivo programa de vacunación, uno de los más rápidos del mundo.
«El esquí es un deporte que se practica muy distanciado. Tú no puedes andar cerca de una persona que está esquiando o haciendo snowboard porque chocas. Entonces no hay ningún riesgo de contagio», dijo Ricardo Margulis, gerente de uno de los establecimientos de la zona.
Los centros de esquí atraen todos los años al país sudamericano a muchos turistas, principalmente brasileños, aunque este año todavía está vigente una restricción para la entrada de extranjeros no residentes.
«Estábamos esperando con muchas ansias, así que ha estado exquisito, hay harta nieve, me sorprendió», dijo una visitante.
Chile ha vacunado a 12,6 de sus 19 millones de habitantes con al menos una dosis y de esos, 10,7 millones ya han completado las dos aplicaciones requeridas.
Sin embargo, existe el temor de la propagación en el país de la variante Delta del Covid-19, que ha provocado nuevas olas de contagio en otros países, por lo que las autoridades insisten en mantener las medidas de prevención. (Reuters)