Edimburgo.- El primer ministro británico, Boris Johnson, ha rechazado una vez más ayer durante su visita a Escocia las demandas del Gobierno de la ministra principal, Nicola Sturgeon, para celebrar un referéndum de independencia, afirmando que «no es una prioridad» para él en estos momentos.
«Creo que la prioridad para nuestro país en su conjunto es recuperarse y trabajar juntos para salir de esta pandemia, y creo que las oportunidades son absolutamente fenomenales», ha dicho Johnson en su visita a la ciudad costera de Fraserburgh, en el este de Escocia
«El énfasis, creo, tiene que estar en la recuperación económica y creo que el cambio constitucional no es una prioridad (…), está tan lejos de las prioridades de mi agenda como es posible», ha respondido Johnson a las preguntas por videoconferencia de la prensa desde un barco que le ha llevado a realizar una visita a un parque eólico marino.
Johnson ha insistido en su segundo y último día en Escocia en lograr que Reino Unido salga adelante «con fuerza» de la crisis sanitaria, apelando a la unidad de «todos» para lograr este objetivo. El Gobierno se «centra en el empleo y en la recuperación económica y el crecimiento económico verde», ha dicho.
El primer ministro británico también ha asegurado que tiene «muchas ganas» de seguir trabajando con el Gobierno escocés, aunque esta semana se ha conocido que rechazó una invitación de Sturgeon para reunirse en Edimburgo y tratar asuntos económicos y de recuperación de la pandemia.
Las palabras de Johnson contrastan con las que días atrás manifestó su ‘número dos’ del Gobierno, Michael Gove, quien señaló que las autoridades «no se interpondrán en el camino de un plebiscito» si esa es la «voluntad definitiva» del pueblo escocés.
En las pasadas elecciones del 6 de mayo, el Partido Nacional Escocés (SNP) fue la fuerza más votada con 64 escaños, que sumados a los ocho que obtuvieron Los Verdes, también independentistas, lograron 72 de los 129 asientos del Parlamento de Holyrood, siete más de los que se necesita para lograr la mayoría.
El programa electoral del SNP incluye primero la aprobación de un proyecto de ley para celebrar un nuevo referéndum cuando termine la pandemia y presionar posteriormente al primer ministro para que active la Sección 30 de la Ley de Escocia de 1998 que permitiría la consulta.
En la consulta de 2014, con casi un 85 por ciento de participación, el ‘no’ se logró imponer con un 55 por ciento, aunque el independentismo escocés achacó este resultado a la campaña del miedo a una salida de la UE, la cual finalmente se produjo igualmente con el Brexit. (Europa Press)