No cabe duda alguna que la semana pasada fue nefasta para el balompié nacional con los resultados que obtuvieron los equipos bolivianos en los torneos internacionales, sin embargo, no todo fueron malas noticias.

Los medios deportivos y las redes sociales ponían en la palestra el nombre de una de las promesas del fútbol boliviano: Miguel Terceros, quien, al cumplir la mayoría de edad, firmó su primer contrato profesional con el club Santos FC de Brasil.

Todas las luces apuntaban a Terceros y, mientras él y su familia vivían días de ensueño, el fútbol boliviano recibía una buena noticia. Sin embargo, detrás de este gran logro para nuestro balompié hay un proyecto que en base la planificación, inversión, trabajo y paciencia, está empezando a ver los frutos de lo cosechado con esfuerzo: Bolivia 2022.

En entrevista exclusiva con Deportes El Diario, el inversor y fundador de este ambicioso proyecto, Jordi Chaparro, contó cómo comenzó todo, cuál fue la fórmula del éxito y qué es lo que se viene con Bolivia 2022 en un futuro próximo.

EL COMIENZO DE BOLIVIA 2022

“Nuestro vínculo con el fútbol boliviano comienza con la Copa Cine Center (2012 – 2016), después de esos cuatro años, con muchas frustraciones dentro del fútbol profesional boliviano, yo decidí no continuar y más bien todo este esfuerzo y dinero lo voy a invertir en una fundación que integre a los niños socialmente a través del fútbol”, introdujo Chaparro.

La decisión de invertir en el fútbol base tenía un propósito definido para el empresario español, la visión de, a futuro, ayudar a la selección boliviana. Para conseguir este propósito Chaparro se puso en contacto con Jordi Molá, quien en ese entonces (2015) era el director de la Academia del FC Barcelona en EEUU, lo convenció y hace siete años que vienen trabajando juntos en este proyecto.

Durante los primeros seis meses de Bolivia 2022 se realizaron cursos de capacitación para entrenadores, en los nueve departamentos, con el objetivo de contactarse con directores técnicos de todas las categorías, profesionales tales como Mauricio Soria, Eduardo Villegas, entre otros. Luego de eso, durante los otros seis meses, Molá, junto con su equipo de trabajo, recorrieron todo el país buscando talento y viendo a 11.200 jugadores.

De todos ellos, se escogió a 300 muchachos que se los llevaron a Santa Cruz y se conformó la primera selección con 150 futbolistas.

LA FORMULA DEL ÉXITO

Las selecciones en Bolivia 2022, hace más de cinco años ya, siguen una misma dinámica de trabajo que nos la cuenta Chaparro: “los equipos que se conforman viajan desde los diez años, por lo menos una vez al año, a una gira o un torneo internacional que brinda a los jugadores en formación el roce de primer nivel que todo futbolista requiere. Los niños menores de diez años juegan en campeonatos locales”.

Fue así que el 2016, Bolivia 2022 participó del primer mundialito disputado en Portugal con la selección 2004, de la cual formaba parte Miguelito Terceros, como se menciona al crack del Santos. En Brasil, cuenta Jordi, “al principio teníamos problemas con los clubes grandes que no querían jugar con nosotros, ahora, cuando vamos a una gira de 15 días tenemos la suerte de disputar siete u ocho partidos contra los mejores equipos”.

Pero, parte de este éxito también está en las condiciones que Bolivia 2022 brinda a las jóvenes promesas que va formando. Es por eso que, hace tres años, se empezó la construcción del Centro de Alto Rendimiento en Santa Cruz, en 35.000 metros cuadrados y que es el más importante del país y está entre los diez más importantes de Sudamérica, resalta Chaparro. “El CAR cuenta con campos de césped natural, césped sintético, albergue para 42 niños, comedores, piscina de recuperación, medicina, fosa de arena, todo lo que debe tener cualquier club profesional del mundo”.

La competencia continua y frecuente también es muy importante para el proyecto, en ese sentido, Bolivia 2022 cuenta con cinco equipos en la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), dos clubes sociales que ayudan a la integración de la vida social, entre otros, “en total tenemos 22 equipos que van desde los seis a los 19 años, uno en primera A y otro en primera B, así vamos formando gente y cada vez vamos exportando más”, enfatiza.