Un duelo para matar o morir. Bolívar visita a Universidad Católica de Ecuador, con el propósito de avanzar a la tercera fase de la Copa Libertadores.
El empate 1-1 de la semana pasada en La Paz eleva la tensión para el encuentro que se disputará en el estadio Olímpico Atahualpa a partir de las 18:15 (hora boliviana).
Bolívar se encuentra envalentonado tras una contundente victoria sobre Always Ready (3-0) en el torneo de la División Profesional. La Academia, de paso, es líder del grupo B, así se marchó a Quito en pos de llegar a una clasificación de hazaña.
El entrenador Antonio Carlos Zago, quien señaló que tendrá al defensa César Martins recuperado de una lesión muscular para medir fuerzas con el equipo ‘camarata’.
Aunque ganó un defensa, Zago perdió por lesión a los delanteros Bruno Miranda y Víctor Ábrego y al arquero Javier Rojas.
“Es un partido de 180 minutos, se jugó un tiempo, ahora tenemos que jugar el segundo, estoy seguro que vamos a hacer un buen partido en Ecuador”, comentó a la prensa Zago.
Por otra parte, los ecuatorianos, que resignaron puntos en el torneo local al igualar 1-1 con Guayaquil City, recibirán a su rival boliviano con pesar e inconformidad. El ‘trencito azul’ marcha quinto entre 16 equipos.
“Nos vamos con bronca por el trámite del partido, nosotros hicimos el gasto, pero esto es así, el rival también juega”, expresó a los medios el DT argentino Miguel Rondelli, quien concentró a su equipo desde el domingo para preparar el partido contra Bolívar.
El estratega de la Católica, que en principio alineó con varios alternos para cuidar a sus jugadores para el partido contra Bolívar, debió recurrir a sus titulares para salvar el empate.
Ismael Díaz, que anotó contra Bolívar, José Carabalí, Jeison Chalá y Facundo Martínez sumaron minutos de juego.
“El único responsable soy yo. Tengo que seguir aprendiendo. No pude descifrar el juego que me puso el rival”, expresó Rondelli, haciendo un mea culpa.
El encuentro será dirigido por el árbitro brasileño Raphael Claus. Le asistirán sus compatriotas Danilo Manis y Rafael Alvez.
ERWIN QUISPE PERCA