Después de romper la igualdad en el marcador, sostenida a lo largo del primer tiempo, el plantel paceño encontró la forma para hacer daño frente a un rival que sufrió el desgaste físico y quedó agazapado, y su ilusión de llegar a la final se esfumó en el complemento en una de sus mejores campañas en los recientes años.
Blooming aguantó todo el primer período con el pórtico intacto, pero en la adición (47´) llegó el 1-0 con la definición de José Sagredo delante del pórtico en un rebote generado por un remate de cabeza del mismo Sagredo que fue al travesaño.
En la segunda parte el arco de la visita se abrió, la marcación bajó su intensidad por la ansiedad de salir a buscar la remontada. Con espacios por todo el frente de ataque, los bolivaristas aplicaron castigo a Blooming.
La cuenta subió (2-0) a los 56 minutos con una combinación entre Roberto Fernández y Alex Granell, pero fue Bruno Sávio en el que se encargó de definir con un remate suave y por encima del arquero Braulio Uraezaña.
Los celestes cruceños estaban rendidos, sin reacción y recibieron el tercer gol a los 68 minutos con un centro enviado por Granell que Bruno Miranda conectó con la pierna delante de Uraezaña cuando la defensa rival ya daba muestras de resignación.
Viendo esas falencias, Bolívar aceleró y consiguió un penal por una falta de Santos Navarro sobre Fernández cerca de la línea de fondo. Miranda se encargó de ejecutar el disparo desde el punto blanco y anotó el 4-0, a los 78 minutos.
El equipo cruceño se contrajo frente a la superioridad que mostraba el local. La única reacción que alcanzó a hacer Blooming fue un derechazo de Jefferson Tavares que fue manoteado por Rubén Cordano y el travesaño hizo el resto de la tarea.
El marcador global de esta llave quedó 7-2 a favor de Bolívar, que agarró confianza en la ida con el triunfo en Santa Cruz (3-2) y trasladó la presión a las manos de Blooming.