Las protestas, originalmente convocadas en oposición a un plan de reforma tributaria que fue retirado, exigen ahora que el Gobierno tome medidas para enfrentar la pobreza, la violencia policial, el desempleo y mejorar los sistemas de salud y educación.
Las movilizaciones, en medio de las que se han registrado actos de vandalismo y saqueos en las ciudades, dejan hasta el momento 24 personas muertas, la mayoría manifestantes, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.
"Completamente. Estamos parados, tenemos las exportaciones paradas, no hay movimiento de café hacia los puertos, pero tampoco internamente", dijo el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, en una entrevista telefónica con Reuters.
Los bloqueos de carreteras, algunos apoyados por camioneros en apoyo a la huelga nacional y otros realizados por los manifestantes, se registran en todo el país.
Uno de los mayores bloqueos impide la llegada y salida de mercancías al puerto de Buenaventura, el más importante de Colombia sobre el Océano Pacífico.
Las barricadas afectan principalmente a los cultivadores de los departamentos de Huila, Valle del Cauca, Cauca y Nariño, que están en medio de su principal cosecha, aseguró Vélez.
"No tenemos estimación de cuánto café está allí parado, pero si llevábamos como cuatro o cinco días sin poder exportar", aseguró Vélez.
El espacio de almacenamiento aún no está sobrecargado, aunque, podría llegar a estarlo si continúan las protestas, advirtió el dirigente de los cafeteros.
Los manifestantes y el Gobierno deberían intentar resolver sus diferencias, dijo Vélez, "pero que en el entretanto no podamos destruir la economía nacional".
Los cafeteros, que actualmente disfrutan de precios relativamente altos en la Bolsa de Nueva York, de 1,48 dólares por libra, no se han unido aún a las protestas. (Reuters)