«La gente que ahora ostenta el poder en Bielorrusia llama extremistas a todos aquellos que se oponen a la violencia, terror y a las elecciones robadas. Es decir, a la gran mayoría de sus propios ciudadanos», ha reaccionado el subdirector de la cadena, Alyaksei Dzikavitski.
El fallo corresponde al un tribunal de la ciudad de Gomel, en el sureste de Bielorrusia, aunque no ha precisado qué contenidos habrían provocado tal etiqueta. La cadena, con sede en Polonia, así como sus redes sociales quedarán restringidas en suelo bielorruso una vez sea incluida en la lista de «fuentes extremistas» que maneja el Ministerio de Información.
La ley bielorrusa no solo penaliza a los quienes supuestamente elaboran este contenido considerado «extremista», sino también aquellos usuarios que reenvíen información procedente de esta fuentes, con penas administrativas y económicas, e incluso arrestos.
Dzikavitski ha señalado que seguirán informando y ha acusado al Gobierno y a las autoridades de Lukashenko de ser ellos «los extremistas», pues «son quienes capturan a miles de sus ciudadanos, les encarcelan y les obligan a abandonar su patria».
«El propósito es limpiar el campo de la información en Bielorrusia, para complicar la difusión de información sin censura. La decisión es, por supuesto, absurda. Ni Belsat ni otros medios independientes son extremistas. Continuaremos trabajando, brindando información a nuestros espectadores y lectores», remarca.
Belsat ha recordado que algunos de sus trabajadores fueron víctimas de los arrestos y la violencia policial que se produjo durante las manifestaciones de mayo de 2020 en protesta por los resultados electorales, y que algunos de ellos permanecen en prisión desde entonces.
Además de Belsat en los últimos meses, han sido cerrados o bloqueados otros medios de comunicación críticos con el presidente Lukashenko, como el portal de noticias TUT.by, la emisora Radio Liberty, o el ‘Nasha Niva’, uno de los periódicos más longevos del país, además de canales de Télegram. (Europa Press)