“Esta carrera es un ascensor emocional, había prometido a mi moto hacerle vivir un infierno y no me ha abandonado nunca. La estrategia era ‘todo o nada’. No guardar nada, dar el máximo desde el principio, es lo que he hecho y veremos qué pasa mañana. Está todo por hacer”, declaró a su llegada Sunderland, que ahora aventaja en 6 minutos y 52 segundos al segundo de la general, el chileno Pablo Quintanilla (Honda).
El austriaco Mattias Walker completa el podio provisional, a 7: 15 del líder, a falta de la última etapa del rally, el viernes, una corta especial (164 km) para llegar a Yedá.
El francés Adrien Van Beveren (Yamaha) se perdió en el kilómetro cuatro de recorrido, cediendo en la etapa 21 minutos.