Un gol en propia puerta de Eder Militao (26) permitirá al Barça encarar por delante en la eliminatoria la vuelta en el Camp Nou, el próximo 5 de abril, tras un gran ejercicio de resistencia en el Santiago Bernabéu.
El equipo azulgrana encontró un tanto con cierta fortuna en un partido en el que sufrió la presión de los merengues, espoleados por su afición, que en un mes tendrán que ir a intentar dar la vuelta al resultado en Barcelona.
El Real Madrid prácticamente encerró a los azulgranas, que privados de balón trataron de superar a los locales con contraataques y balones largos.
Los merengues volcaron su ataque por la izquierda por donde aparecía Vinicius, protagonista de una intensa lucha a lo largo de todo el partido con el uruguayo Ronald Araujo, para poner balones al área.
En medio del dominio blanco, una mala entrega de Eduardo Camavinga acabó con un disparo de Franck Kessié que sacó Thibaut Courtois con el pie, con la mala suerte de que el rebote dio en Militao colándose en la portería blanca (26).
El gol rompió el encuentro, que había ido calentándose con muchas faltas.