Aunque la actuación de la «canarinha» no fue espectacular, pero con un gol brillante de Richarlison, que además hizo otro más, el conjunto de Tite le hizo justicia a su fama de pentacampeón.
Dentro de lo negativo hubo negrísimos nubarrones, como la lesión de Neymar que debió ser reemplazado a 10 minutos del final del juego.
En la primera parte del partido, Serbia tuvo muy buen posicionamiento táctico y por momentos parecía que Brasil se desesperaba.
La igualdad sin apertura del marcador hizo que los sudamericanos reflexionaran en el entretiempo y entraron a la segunda parte del lance, con gran ímpetu y pasta dominadora hasta que inauguraron el tanteador a los ’62.
Richarlison puso el 1-0, convirtiendo de frente al arco tras un rebote que quedó del disparo de Vinícius que había sido despejado por Milinkovic Savic, en una jugada creada por Neymar con un amague.
Serbia tuvo unas dos o tres intervenciones, que al final no llegaron a inquietar a Alisson.
Brasil mostró su tradicional juego bonito, divirtió a la hinchada y a los ´73 Richarlison marcó el que será uno de los mejores golazos del Mundial, con una pirueta extraordinaria: tras el pase de Vinícius controló con el pie izquierdo, se elevó y remató con la derecha contra un palo.
Brasil así logró un triunfo merecido para pasar a comandar el penúltimo grupo, junto a Suiza.
GHILKA SANABRIA